Aviñón. Dominique Pelicot, acusado de drogar a su exesposa Gisèle durante una década para violarla junto a desconocidos, elogió este lunes el “coraje” de la víctima en sus últimas palabras durante un macrojuicio en Francia, cuya sentencia se conocerá el jueves.
“Quiero saludar el coraje de mi exesposa”, declaró el hombre de 72 años en el último día de vista oral ante el tribunal de Aviñón, en el sur de Francia. Además, pidió a su familia que acepte sus disculpas por haberles hecho “sufrir”.
Una quincena de los 51 acusados, entre ellos uno juzgado en rebeldía, utilizó su última oportunidad de palabra para pedir perdón a la víctima. Aunque algunos también defendieron su postura, argumentando ser “víctimas de la manipulación” de Dominique Pelicot.
Con las intervenciones finales de los acusados, el juicio quedó listo para sentencia. El presidente del tribunal, Roger Arata, informó que la lectura del veredicto está programada para el jueves a las 8:30 a. m., aunque advirtió que podría aplazarse hasta el viernes si las deliberaciones se extienden.
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Desde el 2 de setiembre, cinco magistrados juzgaron a Dominique Pelicot por administrarle fuertes medicamentos a su exesposa entre 2011 y 2020 para adormecerla y violarla en el domicilio conyugal junto a decenas de desconocidos contactados por internet.
El caso generó impacto mundial. Gisèle se convirtió en símbolo de la lucha contra las agresiones sexuales hacia las mujeres, especialmente por su rechazo a que el juicio se realizara a puerta cerrada. Su respaldo a la difusión de imágenes de las violaciones quedó reflejado en su frase: “Que la vergüenza cambie de bando”.
En el último día del juicio, la mujer de 72 años no estuvo acompañada de sus hijos. Como en jornadas anteriores, el público la aplaudió al salir de la sala, entre gritos de “bravo” y “gracias”, según constató esta agencia.
Además de pedir disculpas, Pelicot, contra quien la fiscalía solicitó la pena máxima de 20 años de prisión por violación agravada, agradeció al tribunal por permitirle seguir el juicio sentado en una silla especial debido a su frágil salud. También expresó gratitud a su abogada por ayudarle a “no bajar los brazos”.
“Habría sido una muestra de cobardía hacia mi familia y una forma fácil para los acusados de darles la razón”, afirmó Pelicot, quien reconoció los hechos durante el juicio y desmintió a otros acusados que dijeron desconocer que su exesposa estaba drogada.
El hombre aseguró que “la privación de no ver a (su) familia es peor que la privación de libertad”. “Puedo decir a toda mi familia que los amo. Eso es todo. Tienen el resto de mi vida entre sus manos”, concluyó dirigiéndose al tribunal, al que insistió en que había dicho “toda la verdad”.
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Casi la mitad de los otros 50 acusados se limitaron a decir “nada que agregar” en su turno final de palabra. La mayoría enfrenta cargos por violación agravada, mientras que la fiscalía pidió entre 10 y 18 años de prisión para 49 de ellos, y cuatro años para el único procesado por “tocamientos” a Gisèle Pelicot.
“Señora Pelicot, ya le he expresado mis remordimientos, mis disculpas y mi vergüenza. Fue a su cuerpo al que sometí esta violación y soy consciente de lo que le he hecho”, confesó Cédric G., de 51 años, uno de los pocos en disculparse.
Por su parte, la defensa de una treintena de acusados solicitó la absolución, alegando que Pelicot “manipuló” a sus clientes al presentarles un supuesto escenario libertino. Aunque existe riesgo de fuga para 32 de los acusados que están libres, el juez Arata confirmó que permanecerán en libertad hasta la lectura del veredicto.
