La autopista Daniel Alcides Carrión, también conocida como la Nueva Carretera Central, se perfila como el proyecto de infraestructura más ambicioso en la historia del Perú. Esta megaobra no solo supera en magnitud al Puerto de Chancay, las líneas de metro o incluso al aeropuerto, sino que promete transformar la conectividad y la economía del país.
La Nueva Carretera Central contará con una extensión de 185 kilómetros, dividida en cuatro carriles (dos en cada sentido), con características únicas en la región. Entre sus elementos más destacados se encuentran los 36 kilómetros de túneles y 19 kilómetros de viaductos elevados, estructuras que habitualmente solo se encuentran en proyectos de ingeniería avanzada en Europa. Además, incluirá ocho accesos principales, zonas de descanso y muros de contención, marcando un cambio de paradigma en la construcción de carreteras en el Perú.
"Es el proyecto de infraestructura más grande de la historia del Perú, es más grande que Chancay, que el aeropuerto, más grande que las líneas del metro y de los ferrocarriles. Aquí tenemos un proyecto que va a tener un impacto brutal en el desarrollo económico del país. Es una inversión del Perú para su futuro", expresó Marc Chassande, representante del consorcio francés PMO Vías a Panorama.
Uno de los principales beneficios de la autopista Daniel Alcides Carrión será la reducción del tiempo de viaje entre Lima y La Oroya. Actualmente, este trayecto puede tomar entre cinco y seis horas debido a las condiciones de la carretera central. Con la nueva autopista, este tiempo se reducirá a dos horas y media para vehículos livianos y a menos de tres horas y media para vehículos pesados, gracias a su diseño moderno y curvas más amplias.
El proyecto no solo mejorará la conexión entre Lima y la Sierra Central, sino que también facilitará el transporte hacia el aeropuerto y el puerto del Callao, así como al megapuerto de Chancay. Esta obra estratégica promete potenciar la productividad y competitividad del país.
El impacto de la Nueva Carretera Central será significativo para más de 10 millones de peruanos, especialmente en regiones como Lima, Junín y Huarochirí. Este corredor vial dinamizará la economía al reducir costos logísticos en el transporte de carga y productos agrícolas, además de abrir nuevas oportunidades para el desarrollo turístico en el Valle del Mantaro y otras zonas aledañas.
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, enfatizó que esta obra emblemática representará un ahorro importante en combustible y mejorará la seguridad vial. La actual Carretera Central, conocida por sus peligrosas curvas y alta incidencia de accidentes, será reemplazada por una vía moderna con separadores centrales y sistemas de seguridad avanzados.
La autopista Daniel Alcides Carrión es parte de un acuerdo de Gobierno a Gobierno (G2G) con Francia, lo que asegura altos estándares técnicos en su construcción. La asistencia técnica de PMO Vías y la experiencia internacional permitirán que este proyecto se convierta en un modelo de referencia en la región.
Se proyecta que los trabajos principales, como la perforación de túneles y la edificación de viaductos, comenzarán a fines de 2025, con un avance constante hacia su finalización. Este proyecto no solo conectará a las comunidades rurales con la capital, sino que también será un motor para la transformación económica del país, consolidando al Perú como un referente en infraestructura vial en América Latina.
