En 2023, las exportaciones de productos peruanos hacia Bolivia sumaron 533 millones de dólares, lo que consolida a Perú como uno de los principales socios comerciales del país vecino. Durante el primer trimestre de 2024, este intercambio se mantuvo activo, y supera los 170 millones de dólares, según datos oficiales.
A pesar de la crisis económica que atraviesa Bolivia, caracterizada por un bajo crecimiento, alta inflación e incertidumbre financiera, los productos peruanos continúan expandiéndose en el mercado boliviano.
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De acuerdo con América Retail, el sector agropecuario, que representa el 30% de las exportaciones peruanas a Bolivia en 2024, desempeña un papel clave en este intercambio comercial. Entre los productos más destacados figuran el panetón D’Onofrio, el pisco Tabernero y las conservas de atún San Lucas.
Sumado a eso, marcas peruanas como Ajinomoto y Don Vittorio han logrado consolidarse en los supermercados bolivianos gracias a su calidad y competitividad en precios. Entre enero y septiembre de 2024, Perú registró 8.539 exportadores, lo que representa un aumento del 3.4% en comparación con el año anterior. De este total, el 16% corresponde a exportaciones de minerales.
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Al respecto, Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel, señaló que el 69% de las empresas exportadoras peruanas son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), lo que refleja la capacidad de adaptación y resiliencia de este sector. Muchas de estas empresas han identificado a Bolivia como un mercado clave, especialmente en períodos de alta demanda, como la Navidad, en el moemnto que los consumidores bolivianos buscan productos de calidad a precios competitivos.
“El 69% de las empresas exportadoras peruanas son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), lo que refleja la capacidad de adaptación y resiliencia de este sector. Muchas de estas empresas han encontrado en Bolivia un mercado estratégico, especialmente en épocas de alta demanda como la Navidad.”, agregó.
La propuesta para fortalecer la relación comercial con Bolivia, de cara a las elecciones generales de 2025, es impulsada por Samuel Doria Medina. Él propone convertir El Alto en un motor económico mediante la construcción de una vía directa al Megapuerto de Chancay en Perú. Esta infraestructura no solo mejoraría el intercambio comercial entre ambos países, sino que también posicionaría a Perú como un socio clave en la recuperación económica de Bolivia.
Sobre esto, Torres destacó que, a pesar de los retos globales, la cooperación entre Perú y Bolivia evidencia el potencial de las relaciones comerciales como una herramienta para enfrentar adversidades económicas.
“A pesar de los retos globales, la sinergia entre ambos países es un ejemplo de cómo las relaciones comerciales pueden ser una herramienta clave para enfrentar las adversidades”, determinó.
El Megapuerto de Chancay tendrá un efecto favorable en los costos de importación al optimizar el proceso logístico en diversas áreas. La automatización de las operaciones portuarias incrementará la eficiencia en el manejo de mercancías, lo que reduce tanto los tiempos como los costos operativos.
La implementación de un antepuerto permitirá un flujo constante de productos hacia los centros de distribución, elimina retrasos y acelera las entregas. Además, la mayor capacidad de los buques y la mejora de las rutas marítimas contribuirán a la disminución de los costos de fletes, lo que reducirá los costos totales de importación.