La banda de menores liderada por el conocido como ' patrón de Vigo' está en el punto de mira de la Policía tras las primeras denuncias por la violencia con la que este grupo juvenil actúa. Sus integrantes, alrededor de una veintena, llevan dos años recorriendo las calles de la ciudad olívica amedrentando a quien se cruza en su camino. Sus víctimas suelen ser otros chavales -incluso niños- a los que humillan para conseguir dinero y, de paso, su sumisión. Pero estos encontronazos han ido subiendo de tono hasta traspasar una línea roja que se dirime ya en los tribunales. De la banda se sabe que tienen entre 14 y 18 años, que son viejos conocidos en la ciudad, y que su líder es el que elige a los menores a los que acorralan y amenazan para sacarles dinero , algunos de ellos en las inmediaciones de los centros educativos. Sus métodos, basados en el acoso, son variados y todos ellos rayan la ilegalidad: de los insultos pasan a las vejaciones y de ellas a la violencia. Salen a la calle armados con navajas, puños americanos y gas pimienta , y obligan a los chicos a hacer lo que quieren a base de golpes y amenazas que lanzan a pie de acera y a plena luz del día. Además, llevan años grabando las agresiones e incluso hacen mirar a las víctimas a cámara mientras los atemorizan y vejan. En estos vídeos, que circulan por las redes, se puede ver cómo zarandean a los menores por el aire cogidos del cuello, cómo les reclaman su «sueldo» y cómo los amenazan con meterles «un tiro» si no se arrodillan ante el grupo. Algunos de los chicos a los que llevaban meses amenazando llegaron a vender pertenencias familiares para pagar y no ser agredidos, pero uno de ellos se rebotó y les plantó cara. Todo sucedió cuando la víctima atacó al grupo, que lo rodeó con una botella, para zafarse de ellos y salir huyendo. En ese momento se convirtió en su «enemigo número uno» y las amenazas empezaron a intensificarse. Cientos de mensajes en su teléfono móvil desembocaron en una brutal paliza de la que «salió vivo de milagro» . Según el abogado de este menor, el penalista Alejandro Vega , «lo cogieron en el entorno del Naútico de Vigo entre veinte, con pasamontañas y puños americanos». Un amigo lo ayudó a escapar, herido, para que pudiese recibir atención médica. Le habían rajado parte de una oreja, además de las múltiples contusiones que presentaba, por lo que la familia presentó una denuncia por lesiones, amenazas y coacciones. Por el momento son tres los participantes en el linchamiento que han podido ser identificados y hay un detenido, aunque no se descarta que el número aumente. La familia del agredido lamenta que su hijo lleva semanas encerrado en casa, «muerto de miedo» y sin atreverse a poner un pie en la calle. Los hechos se remontan a finales del mes de noviembre y, desde entonces, el menor y su entorno sufren amenazas diarias. «Te voy a arrancar la cabeza a ti y a tus padres», «Escóndete, escapa de España, te buscaste la ruina con nosotros , escóndete debajo de las piedras» rezan algunos de los mensajes remitidos al agredido después de la paliza que casi la cuesta la vida. Los progenitores del menor lamentan que sea su hijo el que tiene que tener cuidado de salir, y revelan que la Policía intentó hablar con las familias de algunos de los presuntos agresores sin éxito. Además del lóbulo de la oreja colgando, el primer menor en presentar una denuncia a la banda del patrón sufrió contusiones en la espalda y lesiones varias en las costillas y en la mandíbula, de las que todavía se está recuperando. Ante el cariz de los hechos, la familia pide ayuda a la Justicia para que tome medidas porque su hijo «lleva días sin poder ir al instituto» , indicando también que varios jóvenes fueron a la puerta del centro a amenazar a amigos del menor. «Esto va a acabar mal», reprochan aludiendo a que otros chavales también están siendo agredidos en la ciudad. Según los padres, su hijo tiene «muy alta autoestima», pero de no haber sido así, podría haber tratado de quitarse la vida. El caso lo investiga tanto Fiscalía de Menores como el Juzgado de Instrucción número 3 de Vigo, al desconocerse si alguno de los agresores es mayor de edad. Precisamente este último Juzgado tomó declaración el pasado miércoles al menor, quien ha vuelto a relatar lo que vivió a finales del mes de noviembre.
