En el seno del gobierno de Salvador Illa, el proceso de elección de la nueva dirección de ERC se ha vivido con una exquisita neutralidad, pero no es ningún secreto que entre los socialistas la previsible victoria de Oriol Junqueras, como así ha sucedido, se veía como un vaticinio de problemas en el horizonte, nada nuevo por otra parte con respecto a un partido que, empieza ya a ser un dogma político, ha hecho de la falta de fiabilidad su razón de ser. El perfil y personalidad del ya nuevo presidente de Esquerra Republicana es conocido por todos, y por ello precisamente en el PSC se temía una nueva etapa marcada por el personalismo y la volubilidad emocional, todo lo...
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