La presencia del plástico en la vida cotidiana es, en muchas ocasiones, imperceptible (una media de 500 micrometros), como sucede con los microplásticos, considerados en los últimos años como 'contaminantes emergentes'. Por ello, el Reglamento 2023/2055 de la Unión Europea restringe estas micropartículas, «por sí solas o añadidas intencionadamente», en cosméticos (como en el caso de los exfoliantes), productos agrícolas, diversos tipos de ceras y abrillantadores, detergentes, superficies deportivas sintéticas, restos procedentes de envases de plásticos, etc. Un problema para el medio ambiente y para la salud pública, sustentado en partículas insolubles y resistentes a la degradación presentes no sólo en el agua, sino también en el aire o en los productos que ingerimos, con una larga tradición (la producción...
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