« Elige valenciano , elige enseñanza de oportunidades ». El eslogan compartido por el sindicato STEPV y FAMPA-València resume la esencia de una campaña para persuadir a las familias de que no voten al castellano como lengua base o vehicular de la educación de sus hijos en la consulta prevista para finales de enero. El mensaje lleva semanas difundiéndose en vídeos en YouTube y otros canales por internet, en paralelo al intento frustrado de que la Generalitat Valenciana suspendiera esta votación , que estaba prevista entre el fin de noviembre y principio de este mes de diciembre, pero que se tuvo que aplazar por la dana. El STEPV había presentado una moción ante el Consejo Escolar autonómico, el máximo órgano de representación de la comunidad educativa, pero esta semana quedó desestimada por un 72% de votos en contra. También había planteado esta anulación la Confederación Gonzalo Anaya, igualmente sin resultado. Como argumento de peso para convencer de la conveniencia de optar por este idioma, en la campaña se vuelve a insistir en el futuro laboral de los niños y adolescentes ahora en etapa de escolarización. «Cuantos más conocimientos de valenciano tengan nuestras hijas e hijos, más facilidades tendrán para obtener los niveles de lengua requeridos para acceder a muchos puestos de trabajo », ha subrayado Rubén Pacheco, presidente de FAMPA-València , una recomendación que han hecho suya desde el sindicato STEPV. No obstante, la nueva normativa introducida en la Ley de Libertad Educativa del Gobierno autonómico de Carlos Mazón -para derogar la anterior Ley de Plurilingüismo de Compromís y el PSPV-PSOE- proporciona certificados de valenciano con carácter retroactivo a todos los alumnos que completen su ciclo educativo con la asignatura de lengua valenciana aprobada (o incluso el título C1 si consiguen un siete de nota o más). Además, el requisito lingüístico para los funcionarios se ha eliminado en muchos casos, con lo que esa motivación de aprender en valenciano para poder abrirse camino trabajando en la Administración se ha diluido notablemente. En el lado opuesto, varias asociaciones de familias y docentes defienden la consulta y, a diferencia de las de afinidad nacionalista independentista más o menos declarada, no piden a los progenitores votar por el castellano, sino simplemente elegir sin dejarse influir por lo que consideran « adoctrinamiento » y « presiones », como Hablamos Español o la Plataforma de Docentes por la Libertad Lingüística. En su caso, recomiendan tener en cuenta cuál es la lengua materna del niño porque pedagógicamente pueden tener mejor rendimiento académico y no niegan a los valencianohablantes su opción racional de elegir igualmente su idioma. En definitiva, la principal diferencia entre ambos «bandos» ante este autentico referéndum estriba en que unos defienden el libre albedrío y otros preferirían que no se votase y se mantuviese la inmersión lingüística impuesta en las dos anteriores legislaturas. «STEPV anima a todo el profesorado a sumarse a la red y a coordinar acciones, difundir materiales y contactar con las familias para informar de los beneficios de estudiar en valenciano para nuestro alumnado», animan desde el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament del País Valencià, aludiendo a grupos de Telegram como 'Docents del Valencià' o varias plataformas similares. Menos sutiles se han mostrado en un colegio de Elche, donde han llegado a utilizar fotos de alumnos contra sus padres, difundidas en grupos de mensajería entre otros progenitores con el lema: « Vota valenciano, tú puedes ».
