La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para quedarse, y no solo en el entretenimiento, también en el ámbito laboral. La fase de experimentación ha presentado resultados tan buenos que muchas empresas ya están pasando a usarla a largo plazo para transformar y mejorar el rendimiento de sus negocios. De hecho, ahora la atención está puesta en la IA generativa, aquella que es capaz de crear contenidos nuevos a partir de datos ya existentes, como, por ejemplo, códigos de programación.
Así, según se recoge en el informe “Perspectivas para 2025: cómo las organizaciones están forjando su destino con IA generativa” elaborado por NTT Data, prácticamente todos los ejecutivos encuestados ya han invertido en este tipo de IA, e incluso ocho de cada diez ya cuentan con equipos especializados que dominan esta tecnología para mejorar el control de calidad o la gestión de la información. Es como si el futuro ya estuviera aquí, porque dos tercios de las empresas consideran que la IA generativa mejorará significativamente la productividad y la eficiencia tan solo en los próximos dos años.
En el caso concreto de España, la percepción general de la IA generativa también es positiva, pues casi la mitad de los encuestados en nuestro país es optimista con respecto al uso de esta tecnología, aunque el 93% piensa que su infraestructura obstaculiza su uso eficaz por estar desfasada, por lo que no descartan cambios en la misma. Es más, todas las compañías admiten que integrar la IA generativa en su proceso de trabajo les supondrá una inversión notable en equipo informático, tarea que debería empezar a procesarse ya mismo pues, de momento, solo el 38% ha evaluado qué necesita realmente para integrar esta tecnología.
La llegada de la IA generativa supone un gran reto para infinidad de empresas españolas, sobre todo para aquellas que todavía no han alineado esta estrategia con sus planes de negocio. Aún así, ocho de cada diez compañías de nuestro país admiten que ya tienen una estrategia de IA bien definida, aunque deben saber que, como las tecnologías se desarrollan cada vez más rápido, las entidades deben hacerlo con ellas para reevaluar continuamente sus estrategias y que no queden obsoletas. La IA generativa también tiene un impacto notable en el proceso creativo, tanto, que el 93% de los encuestados españoles por NTT Data reconoce que su creatividad se ha disparado.
Eso sí, a pesar de su expansión, todavía existen muchas reticencias en cuanto al uso de la IA generativa, sobre todo en cuestiones de ciberseguridad. En este sentido, hay un gran porcentaje (88%) de directivos españoles que se sienten especialmente preocupados por los riesgos de seguridad que se puedan derivar de la implementación de esta tecnología, aunque consideran que el retorno de la inversión compensa dicho peligro. Solo un 25% que se aventura a confirmar que sus estrategias de IA generativa y ciberseguridad están totalmente alineadas.
Si hay alguien que tiene que informarse acerca del uso de la IA generativa son, precisamente, los que las van a usar. Sin embargo, el 67% de las empresas reconoce que sus empleados todavía no están capacitados para trabajar con dicha tecnología y, de momento, solo una de cada tres planea formar a su plantilla para potenciar su funcionamiento y superar barreras como la resistencia a esta tecnología.
A medida que la IA se ha ido integrando en nuestras vidas, se ha hecho necesario elaborar una regulación que permita un uso adecuado de la misma, para así equilibrar la responsabilidad y la innovación. A pesar de ello, el 72% de los encuestados admite que su organización carece de políticas internas claras sobre el uso de IA generativa, mientras que ocho de cada diez afirman que las normativas gubernamentales que la regulan no están claras.
A pesar de todo, la IA generativa se perfila como una gran potencia económica mundial, convirtiéndose, en palabras de Yutaka Sasaki, presidente y consejero delegado de NTT Data Group, en una “fuerza transformadora”, que terminará por integrarse en los procesos creativos de las empresas, lo que ocurrirá antes en las que cuenten con la infraestructura necesaria para ello.
