El ministro Carlos Cuerpo señala que una de las razones es la falta de competencia en el sector financiero, por "un exceso de concentración"
El BCE recorta los tipos de interés 0,25 puntos por cuarta vez al 3% ante el estancamiento de la eurozona en 2025
El ministro Carlos Cuerpo aprovechó la Comisión de Economía del Congreso para avisar de que los bancos están trasladando “más rápido” la bajada de los tipos interés oficiales —los que fija el BCE— a los depósitos que ofrecen a sus clientes, frente a la traslación más lenta e “incompleta” de la subida previa.
Cuerpo señaló que una de las razones de esta asimetría es la falta de competencia en el sector financiero, por “un exceso de concentración” que está perjudicando a la remuneración del ahorro de las familias y también de las empresas, sobre todo las pequeñas y las medianas. Mientras, desde 2022 hasta este 2024, los clientes de los bancos sí han sufrido el encarecimiento de las hipotecas y de los préstamos en general por el histórico ciclo de austeridad monetaria ejecutado por el Banco Central Europeo (BCE) para luchar contra la inflación.
Irremediablemente, el principal resultado de este comportamiento es una racha de beneficios históricos para las entidades financieras. Por eso, según explicó el ministro de Economía a los representantes de los distintos grupos parlamentarios, “es interesante ir actualizando la discusión” sobre “la traslación de las subidas de los tipos de interés oficiales a la remuneración de los de los depósitos”.
“Si nos concentramos en cómo han trasladado los bancos la subida de los tipos oficiales a la remuneración de los depósitos, en este caso de nuestros hogares, lo que vemos es que esa traslación ha sido incompleta”, comentó Cuerpo en el Congreso de los Diputados. Exactamente, según mostró en un gráfico, “en un 60%”. ¿Esto qué quiere decir? “Que por cada punto que subieron los tipos oficiales, las entidades financieras trasladaron 0,6 puntos a la remuneración de los depósitos”, incidió.
El ciclo de subidas de los tipos de interés comenzó en junio de 2022 en el -0,5% para la tasa de referencia y alcanzó el 4% en el otoño de 2023, donde se mantuvo hasta que el BCE empezó a dar marcha atrás antes del verano de este 2024, ante la evidencia de que las subidas de precios se habían moderado pasados los shocks de la crisis energética y de los cuellos de botella en el comercio mundial por la salida de la pandemia. En total, 4,5 puntos de aumento, que, según la regla del ministro, solo elevaron la rentabilidad de los depósitos entre el 2,5% y el 3% en cifras promedio.
“Este traslado está por debajo no solo de lo que ha ocurrido en otros países europeos, sino también de episodios históricos anteriores que están documentados”, añadió Cuerpo.
“Esto ya lo hemos comentado en anteriores ocasiones. El Banco de España ha analizado cuál podía ser el motivo detrás de esta traslación más incompleta, y el motivo esencial que encontraba es el exceso de liquidez que tiene el sistema financiero, pero también apunta a un elemento asociado a la competencia o, en este caso, a un potencial exceso de concentración que ha hecho que no huya una traslación directa o por lo menos más completa a esta remuneración de depósitos”, prosiguió el ministro de Economía.
La novedad en el análisis es ver “cómo está siendo la traslación de la bajada de los tipos de interés oficiales a la remuneración de los depósitos [...]. Y lo que vemos es que esa traslación se está haciendo en los últimos meses de manera más rápida, alcanzando muy rápido ese 60%”, avisó Cuerpo. En otras palabras, tras cuatro recortes del 'precio' del dinero de 0,25 puntos del BCE desde junio de este 2024, un punto en total, la oferta de la rentabilidad de los depósitos ya ha caído cerca del 2%.
“Yo creo que es interesante mantener siempre un ojo en cómo se está trasladando la política monetaria a las condiciones de los ciudadanos, tanto en materia de depósitos como en materia de créditos”, concluyó el ministro. Porque, según recordó, “la traslación [de las subidas] a los créditos tampoco fue completa, pero estuvo por encima de lo que ha estado en materia de remuneración de los depósitos”.
En octubre, el Banco de España apuntó en un informe que “el resultado consolidado del sector bancario español en junio de 2024 experimentó un incremento del 22% respecto al año anterior, impulsado principalmente por el crecimiento del margen de intereses”. Esta tendencia ha continuado en el tercer trimestre. La mejora del margen de intereses “fue causada fundamentalmente por el notable efecto precio, resultado de un mayor diferencial entre los tipos de interés de los activos [las hipotecas y el resto de préstamos] frente los pasivos [la remuneración del ahorro, los depósitos, principalmente] en la primera mitad de 2024 respecto al mismo período del año anterior”, recoge el documento.
Una de las consecuencias de esta situación oligopolística, que viene de lejos, es que ha distorsionado el mercado de la vivienda en nuestro país. Según se observa en esta información, la caída de la rentabilidad que ofrecen las cuentas y los depósitos de los bancos a sus clientes en los últimos años ha empujado a los ahorradores con capacidad de invertir a buscar ganancias con el alquiler de viviendas. Exactamente, la renta declarada en el IRPF por arrendar propiedades inmobiliarias se ha disparado casi un 70% desde 2007. Mientras, la renta financiera (de depósitos, dividendos, fondos) ha caído un 11,2%.
Esta evolución dispar ha provocado que el volumen de ambas fuentes de renta haya convergido en alrededor de 18.000 millones de euros. En 2008, en pleno pico de la burbuja inmobiliaria, había una diferencia de 15.000 millones en favor de las rentas financieras.
En este escenario, Cuerpo admitió que “la discusión sobre la competencia en el sistema financiero está, por supuesto, también asociada a la discusión relativa a posibles operaciones de concentración en nuestro sector, en este caso con una de ellas en marcha, la operación entre BBVA y Sabadell, que está siendo analizada ahora mismo por la CNMC”.
BBVA presentó a mediados de noviembre una serie de medidas a la Comisión para tratar de desbloquear su oferta de compra (OPA) sobre Sabadell. Antes, Competencia amplió a una segunda fase su análisis sobre la operación, para analizarla en profundidad, lo que ha dilatado la resolución de la propuesta de compra y de fusión.
BBVA califica las medidas que ha presentado como “inéditas” y asegura que con ellas busca “garantizar la inclusión financiera, el crédito a las pymes y la competitividad”, especialmente, señala en Catalunya y en la Comunitat Valenciana, dos de los territorios donde la unión de los dos bancos sumaría más sucursales, como contamos en este tema.
Las nuevas medidas propuestas por el banco llegaron después de que la CNMC publicara una nota en la que da más detalles sobre por qué amplía su análisis sobre la operación. Explica que la “concentración supone la creación de una entidad líder en varios ámbitos dentro de la banca minorista” y que “a la vista de cuotas resultantes significativas en determinadas CCAA y provincias para los distintos segmentos de mercado [...] que superan los umbrales recogidos por la Comisión Europea para considerar que los efectos de una concentración son potencialmente problemáticos”.