Gregor Formanek , un alemán con 100 años de edad, que fue un exguardia del campo de concentración nazi de Sachsenhausen, podría encarar cargos por complicidad en el asesinato de 3.300 personas. Casi 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, familiares de las víctimas y la justicia germana quiere intentar sentarlo ante el tribunal por formar parte de una maquinaria que permitió el asesinato «cruel e insidioso» de miles de prisioneros en entre julio de 1943 y febrero de 1945. Asimismo, un documento posterior elaborado por la policía secreta de la Stasi de la Alemania del Este indicaba que Formanek, «mataba continuamente prisioneros». En el campo de Sachsenhausen en Brandemburgo, fueron confinados y asesinados miles de opositores políticos, judíos, gitanos, homosexuales, además de prisioneros de guerra . Y también se llevaron a cabo numerosos experimentos médicos antes de que el campo fuera liberado por las tropas aliadas. Los archivos revelan la entrada de 140.000 prisioneros y la ejecución o fallecimiento de 30.000 prisioneros, sin contar los que eran fusilados apenas llegaban. No es la primera vez que en Alemania se intenta con diligencia llevar a los criminales de guerra nazi supervivientes ante la justicia, especialmente desde que un fallo histórico de 2011 condenara al exguardia del campo de exterminio nazi John Demjanjuk. Este juicio sentó precedente para que pudieran darse otros basándose en que ser guardia era prueba suficiente para probar complicidad. En febrero de 2024, el tribunal de Hanau había establecido que Formanek no llevaría a cabo un proceso contra él. Un perito determinó que por su estado físico y mental no era apto debido a una «incapacidad permanente para ser juzgado». Una decisión que, según el periódico 'Bild', ha sido revocada por el Tribunal Superior Regional de Fráncfort. El tribunal argumentó que la decisión del perito no se basaba en «hechos suficientes». Y detalló que «el propio experto declaró que no era posible entrevistar al acusado y que no existía la posibilidad de realizar pruebas psiquiátricas exhaustivas». Para los que han presionado para que este hombre se enfrentara al peso de la justicia, este nuevo pronunciamiento de las autoridades judiciales alemanas los pone un paso más cerca de que pueda llevarse a cabo un juicio en un futuro próximo. Anteriormente, Irmgard Furchner, una exmecanógrafa nazi de 97 años fue condenada por su complicidad en el asesinato de 10.500 personas en un campo de concentración. Aunque su defensa establecía que era 'solo' una secretaria, se determinó que estaba completamente al tanto de lo que sucedía en el campo. Y la lista de declarados culpables de complicidad en asesinatos ha seguido engrosándose en los últimos años. Otros casos son el de Oskar Gröning, apodado el 'Contador de Auschwitz', condenado como cómplice del asesinato de 300.000 judíos en 2015. Sin embargo, no fue a la cárcel porque falleció a los 96 años durante el proceso de apelación en 2018. Y destaca el jucio de Josef S que fue encarcelado en 2022 por ayudar en el asesinato de más de 3.500 prisioneros en el campo de concentración de Sachsenhausen. Es la persona de mayor edad en ser condenada por crímenes de guerra en la época nazi. Pero sus más de 100 años y sus problemas de salud ponen en duda su permanencia en prisión. En ese sentido, las autoridades y los supervivientes de los campos de concentración saben que el tiempo es oro y van contrarreloj , dado que algunos acusados murieron durante la espera del proceso, la apelación o se determinó que era ya incapaces de ser juzgados.