El Real Valladolid ha batido este viernes por 1-0 al Valencia CF en el comienzo de la jornada 17 en LaLiga EA Sports, donde Anuar Tuhami marcó el único tanto del partido para un equipo pucelano que así ha cedido la posición de colista precisamente a los valencianos.
Tras esta derrota, el Valencia es el colista de la Primera División con diez puntos en quince partidos disputados -dos menos por los aplazados por la dana- y sólo ha conseguido dos triunfos y cuatro empates en este arranque liguero. Este es el peor inicio de la historia del Valencia en Liga, una competición en la que ha competido noventa temporadas y sólo ha descendido a Segunda en una ocasión, en la 1985-86, cuando se firmó un mejor arranque que en este curso.
El equipo de Baraja ha perdido ante rivales directos por la salvación como Rayo Vallecano, Las Palmas o Valladolid y fuera de casa ha sido incapaz, por el momento, de sumar una victoria, pues sólo ha logrado dos puntos de sus ocho salidas ligueras.
Sin embargo, la polémica de hoy no está centrada en la delicada situación de Rubén Barajas en el banquillo sino en los graves incidentes que el árbitro del encuentro recoge en el acta. Ortiz Arias denuncia haber sido víctima de amenazas e intimidación cuando el equipo arbitral se dirigía a los vestuarios.
"Una vez finalizado el encuentro, cuando nos dirigíamos hacia nuestro vestuario y a escasos metros de acceder al mismo, fuimos abordados por tres miembros del club local. Una de estas personas se dirigió a mis árbitros asistentes de manera violenta e intimidatoria, increpándoles y recriminándoles su labor arbitral. Posteriormente, cuando apareció la fuerza pública, les solicitamos la identificación de dicha persona, comunicándonos que se trataba de Elías Mendes Trindade. El delegado de campo nos indicó que el cargo que ocupa dicha persona en el club es de scouting o analista", afirma en el acta arbitral publicado por la RFEF.
"Al mismo tiempo, mientras sucedía lo anteriormente indicado, se dirigió a mí Domingo Catoira, cuyas funciones en el club son de Director Deportivo, según el mismo se identifica. Dicha persona se me acercó en la puerta de mi vestuario, pidiéndome explicaciones de la manera intimidatoria por mi labor arbitral", añade en el apartado referentes a directivos y ténicos.
Además el colegiado madrileño denuncia que "todos los hechos anteriormente descritos, tuvieron lugar mientras no se encontraba presente ningún miembro de seguridad".
Pero su denuncia no queda ahí y también señala en su acta, la actitud de los recogepelotas.
"En el minuto 34 detectando que los recogepelotas no estaban cumpliendo sus funciones de manera adecuada, avisé al delegado de campo de este hecho. Viendo que este hecho no se corregía, advertí de nuevo al delegado en el descanso de que realizaran correctamente sus funciones. En el minuto 65, viendo que la situación no había sido corregida, me vi obligado a comunicar al delegado de campo que retiraran a todos los recogepelotas, con la intención que se perdiera más tiempo", concluye.
Unos incidentes por los que el Real Valladolid podría ahora ser sancionado.