A las puertas de su 90 aniversario, Alcohólicos Anónimos (AA) vive su mayor crisis interna desde su fundación en 1935. Lo que desde el principio ha sido una organización sin ánimo de lucro, basada en la ayuda mutua entre iguales, se está convirtiendo en una extensión del llamado Modelo Minnesota, un sistema terapéutico que cobra a los enfermos por el apoyo a su recuperación, según denuncian a Confidencial Digital miembros veteranos de la asociación.
Para entender la historia hay que retraerse a unos meses atrás. Junio de 2024. En el acto del 89 aniversario, celebrado en Madrid, un veterano de Alcohólicos Anónimos alerta públicamente de la intromisión de falsos terapeutas en las reuniones, que supuestamente están cobrando grandes cantidades de dinero por “ayudar” y guiar en el proceso de rehabilitación.
Fuentes internas de AA consultadas por Confidencial Digital explican que estos supuestos terapeutas no son más que alcohólicos que han acudido a clínicas privadas en las que se aplica el Modelo Minnesota, y donde les proporcionan un cursillo de formación para orientar a otros adictos.
Esas personas acuden a las reuniones de AA con aires de superioridad y con la intención de transmitir las enseñanzas al resto de alcohólicos. A veces cobrándoles por ello, lo que va totalmente en contra de los principios de la asociación, que siempre ha defendido un sistema de ayuda mutua entre iguales y sin dinero de por medio.
Posteriormente, el Grupo Pinto y Valdemoro –defensor del Modelo Minnesota– envió el 30 de noviembre una carta al Comité de Servicios del Área de Madrid en la que solicitaba la creación de una nueva área para atención a alcohólicos.
La petición se fundamenta en varios motivos, uno de ellos: “la falta de entendimiento entre grupos de esta área, que está degenerando en controversias, tanto internas tal y como está sucediendo en la mayor parte de las asambleas celebradas desde junio de 2023, como públicas con la experiencia vivida en los días anteriores, durante y posteriores a la celebración del 89 Aniversario de la Comunidad celebrado este año en Madrid”.
En la misiva, a la que ha tenido acceso Confidencial Digital, hablan de insultos, vejaciones e incluso agresiones por parte de algunos miembros, por no querer seguir “las imposiciones sin fundamento” de otros integrantes.
El cruce de acusaciones es bilateral. Los autodenominados defensores del modelo tradicional de AA tachan a los que aplican el Modelo Minnesota de “autoritarios y controladores” y también los responsabilizan de haber convertido la asociación en un negocio.
“Lo que se está proponiendo con la creación de esta nueva área es acabar con Alcohólicos Anónimos tal y como se conoce”, asegura una fuente de la organización.
“Tratan de convertir los 12 Pasos en una metodología rígida, y de hacer del famoso 'padrino' una especie de 'director espiritual' que se entromete en todos los aspectos de la vida de su paciente, incluidos los más íntimos”.
Cabe recordar que algunos de los pasos que figuran en el programa son: admitir importancia ante el alcohol, creer en un poder superior, decidir confiar en ese poder, hacer un inventario moral, admitir los errores, estar dispuestos a corregir los defectos, pedir ayuda para corregir los defectos…
Prosigue la fuente citada: “Se trata de controlar al alcohólico en todo momento para que pague un dineral por las terapias de las clínicas minesóticas, y AA es una cantera de clientes magnífica”.
En Madrid –a la que se refieren como el Área 7 de un total de 24 áreas en toda España– hay más de 70 grupos de Alcohólicos Anónimos. Según las fuentes consultadas, los defensores del Modelo Minnesota han “conquistado” sobre todo la zona de la Sierra Norte y el sur de la capital.
“Los miembros de AA que se han pasado al Modelo Minnesota hacen un cursillo cutre de una clínica privada y se convierten en terapeutas sin experiencia, que además comisionan por cada enfermo que llevan a la clínica”, sostienen dichas fuentes.
Algunos miembros de la organización aseguran que “no va a quedar otra que denunciar estas prácticas al Colegio Oficial de Psicología”.
Una integrante veterana de la asociación afirma que AA se está convirtiendo en una estructura piramidal sin libertad alguna para elegir el método de recuperación, y si alguien se rebela lo sustituyen inmediatamente: “No te permiten ni hacer el café, si no dices por qué paso del Modelo vas…”, lamenta.
Afirma también que los que siguen el Modelo Minnesota llevan a cabo chantajes emocionales, o dejan de hablar a aquellos que no quieren seguir su filosofía.
“Las reuniones de Alcohólicos Anónimos de toda la vida han sido un sitio súper acogedor. Cuando llegaba un enfermo, lo abrigábamos entre todos, porque nos sentimos muy solos; y ahora los encuentros se están volviendo super fríos”, concluye.
