Rusia lanzó este viernes un ataque aéreo masivo contra el oeste de Ucrania en lo que Kiev describió como uno de los mayores ataques a su infraestructura energética desde que comenzó la guerra.
Las fuerzas de Moscú dispararon casi 200 drones y más de 90 misiles, incluido al menos uno fabricado por Corea del Norte, 81 de los cuales fueron interceptados, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Telegram. El ataque obligó a Ucrania a reducir la producción en cinco de sus nueve reactores nucleares, dijo el Organismo Internacional de Energía Atómica.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que el ataque fue una respuesta al uso por parte de Ucrania de seis misiles de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense para atacar un aeródromo militar en la región rusa de Rostov el miércoles.
Las fuerzas de Moscú han estado atacando la infraestructura energética de Ucrania desde el otoño de 2022, o mucho antes de que Ucrania recibiera misiles de largo alcance, como parte de un intento de paralizar al país en su guerra de casi tres años.
Rompiendo varios días de relativa calma, el último ataque se produjo mientras la temperatura caía en picado en todo el país, esperándose -10 °C en Kiev durante la noche.
Según la Fuerza Aérea de Ucrania, en el ataque se utilizaron misiles hipersónicos Kinzhal, que se centraron en las regiones occidentales de Ternopil, Lviv, Ivano-Frankivsk y Transcarpatia. La vecina Polonia envió aviones de combate en respuesta.
Entre los objetivos se encontraban las centrales térmicas del grupo energético privado DTEK, con algunos equipos “significativamente dañados”, dijo la compañía en Telegram. Cuatro de las plantas térmicas de la compañía resultaron dañadas y su condición es extremadamente frágil, dijo a Bloomberg una persona familiarizada con el asunto bajo condición de anonimato.
Una mayor pérdida de producción de esas unidades dejará a Ucrania aún más dependiente de la energía nuclear y del suministro eléctrico de la Unión Europea.
Este fue el duodécimo ataque contra la infraestructura energética de Ucrania este año, provocando apagones generalizados que derivarán en períodos más prolongados de cortes de energía de emergencia, según el operador de red Ukrenergo.
El ataque se produjo un día después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dijera en una entrevista que se opone al uso por parte de Ucrania de armas de largo alcance de fabricación occidental para atacar territorio ruso. Kiev ha disparado misiles contra depósitos militares y aeródromos utilizados por aviones que bombardean Ucrania en las regiones fronterizas con Rusia.
“Es uno de los ataques de mayor escala contra nuestra industria energética”, afirmó Zelenski. “Este es el ‘plan de paz’ de Putin: destruirlo todo”.
Zelenski dijo que 11 misiles de crucero fueron derribados por aviones F-16 que Ucrania recibió de sus aliados occidentales.
La nueva oleada de ataques de represalia se produce en medio de un aumento de la ayuda militar estadounidense a Kiev, ya que los aliados occidentales temen que Trump intente reducir el apoyo en un intento de forzar las conversaciones de paz. Putin se ha negado hasta ahora a hablar de un alto el fuego.
Moscú había advertido que el uso de misiles ATACMS en el último ataque no quedaría sin respuesta. La administración saliente del presidente estadounidense Joe Biden había dicho que Rusia podría responder lanzando otro misil balístico intercontinental de alcance medio Oreshnik.