Death Clock es una innovadora aplicación que utiliza inteligencia artificial para predecir la fecha de muerte de sus usuarios, al tiempo que ofrece consejos para alargar su vida. Con un enfoque interactivo, la app busca fusionar tecnología y salud, generando un creciente interés en su uso.
Disponible para dispositivos Android e iOS, Death Clock recopila datos personales sobre dieta, ejercicio, manejo del estrés y patrones de sueño para calcular una fecha estimada de muerte. A través de un reloj de cuenta regresiva y la representación del icónico Grim Reaper, la aplicación añade un toque visual a su propuesta única.
Con un modelo gratuito y una suscripción premium de 40 dólares al año, la app se posiciona como una herramienta para quienes desean mejorar su calidad de vida. Su algoritmo, entrenado con más de 1.200 estudios sobre esperanza de vida, promete ofrecer estimaciones más precisas que las tradicionales tablas actuariales.
La aplicación no solo se limita a predecir la fecha de fallecimiento, sino que también identifica las principales causas probables de muerte y sugiere cambios en los hábitos que podrían extender la vida. Entre sus herramientas, destaca la generación de planes personalizados de longevidad, que abordan aspectos de salud física, mental y hábitos de vida.
Death Clock ofrece recomendaciones como mejorar la alimentación, realizar ejercicios específicos, practicar técnicas de relajación como la meditación y someterse a chequeos médicos regulares. Estas sugerencias están respaldadas por enlaces a estudios científicos, buscando generar confianza en su utilidad.
Una de las características más llamativas de la app es su herramienta visual interactiva, que utiliza IA para predecir cómo se verá el usuario a los 70 años, dependiendo de sus hábitos. Aunque esta función aún está en desarrollo, promete ser un atractivo adicional para los usuarios interesados en su bienestar.
A pesar de su éxito, Death Clock ha suscitado cuestionamientos sobre su impacto social y ético. La suscripción premium de 40 dólares al año plantea interrogantes sobre la accesibilidad económica, especialmente en un contexto de desigualdad. Estudios recientes han evidenciado una brecha significativa en la esperanza de vida entre los sectores más ricos y pobres de la población en Estados Unidos.
La app también toca temas sensibles como la mortalidad, lo que podría generar ansiedad o rechazo en ciertos usuarios. Sin embargo, para otros, puede funcionar como un catalizador para la reflexión sobre la vida y los hábitos, motivándolos a realizar cambios positivos. Desde su lanzamiento en julio, más de 125.000 usuarios han mostrado interés en esta herramienta que combina tecnología, salud y automejora.
