El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado su intención de implementar deportaciones masivas en EE. UU. si regresa a la Casa Blanca en 2025. Durante una entrevista en el programa Meet the Press de NBC, destacó su compromiso con una estricta política migratoria, incluida la posible declaración de emergencia nacional para combatir la inmigración indocumentada en EE. UU..
Trump planea expulsar a millones de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en el país, según estimaciones recientes del Departamento de Seguridad Nacional, que en 2022 reportó 11 millones de indocumentados, una cifra que probablemente ha crecido desde entonces. Sin embargo, sus declaraciones también dejaron entrever una posible excepción: los Dreamers en Estados Unidos, jóvenes inmigrantes traídos al país en su niñez.
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Aunque su postura en materia de inmigración se ha endurecido, Trump indicó su disposición a proteger a los Dreamers en Estados Unidos mediante un acuerdo bipartidista. Este grupo está compuesto por jóvenes que llegaron al país siendo niños y que actualmente son beneficiarios o potenciales beneficiarios del programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), el cual les ofrece protección contra la deportación y permisos de trabajo temporales.
“Quiero llegar a un acuerdo para proteger a los Dreamers”, afirmó Trump en su entrevista, señalando que algunos legisladores republicanos también estarían abiertos a esta idea. No obstante, durante su mandato anterior (2017-2021), intentó acabar con el programa DACA, un movimiento que fue bloqueado por la Corte Suprema, lo que genera incertidumbre sobre el alcance de sus promesas actuales.
El resto de los inmigrantes indocumentados enfrentarían una dura ofensiva por parte de su administración. Según las palabras del expresidente, su objetivo es deportar a todos los que se encuentran en el país sin un estatus legal, sin importar cuánto tiempo hayan estado en Estados Unidos. Esto incluiría trabajadores, familias y otros grupos vulnerables que han establecido raíces en el país.
Para implementar estas medidas, Trump ha considerado acciones drásticas, como la eliminación de la ciudadanía por derecho de nacimiento, otorgada por la 14ª Enmienda de la Constitución. Esto afectaría a los hijos de inmigrantes nacidos en suelo estadounidense, aunque expertos legales aseguran que una medida así enfrentaría grandes desafíos constitucionales.
Los costos de este ambicioso plan también son un punto de preocupación. De acuerdo con el Consejo Estadounidense de Inmigración, deportar a todos los inmigrantes indocumentados presentes en el país desde hace más de una década costaría alrededor de 88.000 millones de dólares anuales. Este monto incluiría operaciones de detención, procesamiento y transporte de millones de personas.
El exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Tom Homan, quien ha sido designado como “zar de la frontera” por Trump, aseguró que se necesitarían recursos adicionales por parte del Congreso. “Vamos a necesitar todo el dinero que el Congreso pueda conseguirnos”, declaró, subrayando la magnitud de los fondos requeridos.
