Tras volver a la mesa chica de la CGT luego de rechazar las posturas más combativas de su hijo Pablo, el líder camionero Hugo Moyano estaría dispuesto a pintarse la cara contra las cámaras empresarias de su sector. Luego de la última propuesta en unas paritarias que se acercan a un punto límite, fuentes del gremio no descartan un llamado a asambleas o incluso un paro nacional antes de fin de año que podría alterar la dinámica en vísperas de las fiestas y la temporada de verano.
Paradójicamente, es el patriarca del clan Moyano que viene resistiendo hace tiempo el estilo combativo de su hijo Pablo y terciando incluso frente al ala más dialoguista de la CGT cada vez que el extriunviro desafiaba con una nueva medida de fuerza el que ahora levanta la voz. La última fue la definitiva: luego que desde la conducción de la central negaran la intención de acompañar cualquier nuevo paro antes de fin de año, Pablo Moyano dio un paso al costado y renunció por carta a la cosecretaria general.
Ahora es su padre, Hugo Moyano, quien podría llamar a un párate en todo el país antes que cambie el calendario. "Está prendido fuego", lo describió un dirigente de Camioneros a El Cronista. Y reconoció que no es común que levante el perfil de esta forma. "Es raro que se canse de esta manera porque no suele meterse en temas paritarios. Pero se ve que sintió que lo estaban burlando", agregó.
Hoy a las 13 se espera una nueva cita en la Secretaría de Trabajo pero dos horas antes el líder camionero convocó a una conferencia de prensa al término de un congreso federal al que llamó Moyano como cabeza de la Federación con 500 congresales de todas las provincias.
En rigor, Moyano padre no es el primero en sentir que el Gobierno le falla a los compromisos. Hace no mucho tiempo, trascendió una frase nunca desmentida que se le atribuye al mismísimo Macri y su sensación que desde la Casa Rosada lo trataban de igual forma: "Nos están boludeando".
En este caso, el enojo de Moyano se direcciona hacia los empresarios de las tres cámaras que participan de las paritarias -Fadeeac, Catac y Faetyl- con los que no logra cerrar los acuerdos salariales en vísperas del vencimiento del último entendimiento. Pero detrás de ellos ven al Gobierno y sus planes de mantener pisadas las paritarias aunque desde Trabajo le dicen lo contrario.
"Nosotros no podemos ir a nuestra gente con un aumento del 1%", retruca otro de los dirigentes que participa de la negociación. El miércoles los representantes paritarios de la Federación y de las tres cámaras empresarias que forman parte de la negociación salarial volvieron a reunirse en la sede Callao de la Secretaría de Trabajo sin mejores resultados. Allí leen esta última movida del camionero como una presión, aunque reconocen que están lejos de un acuerdo entre las partes. Así y todo, desafían: "No les fue bien a los que se pintaron la cara"
Los camioneros buscan un incremento del 5% mensual en tres tramos, diciembre, enero y febrero. Además, piden un bono de $650 mil pesos a pagar en cuatro tramos, entre febrero y mayo. Por su parte, los empresarios contrapropusieron tres incrementos del 2% en el primer mes y 1,5% en los dos siguientes, porcentajes que fueron rechazados por el gremio. Y un bono en torno a los $480 mil, en los mismos cuatro tramos
Acorde a fuentes vinculadas a la negociación, la Secretaría de Trabajo debía consultar con el Ministerio de Economía la posibilidad de estirar los porcentajes para acercar el número. La pauta -aseguran a El Cronista- sigue atada a las expectativas inflacionarias. aunque dudan que supere el 8% como límite.
En paralelo, otro punto en el que aún no hay una posición en común entre el sector empleador es en la contribución a la obra social. Camioneros demanda que sea una suma entre los $16 mil y los $20 mil por persona contratada acorde a los registros del denominado Formulario 93. Catac y Faetyl coinciden con esa modalidad mientras que Fadeeac busca que solo se abone a los afiliados y no a todo el personal de la empresa de carga.
Ni a la Federación de Camioneros ni a las cámaras empresarias les pasa desapercibido el momento del año en el que Hugo Moyano amenaza con romper lanzas y convocar a medidas de fuerza. "Una asamblea de dos horas le sale más caro a una empresa de logística que tiene que frenar sus máquinas que pagarle a los trabajadores dos puntos más que piden", comentaron a este medio desde el sector de los empleadores.
Peor aún, un paro nacional en estas fechas en víspera de las fiestas y la temporada de verano puede ser aún más conflictivo por lo que los empresarios no dudan que el Gobierno intervendría en ese caso activando la conciliación obligatoria, para evitar que la puja escale a mayores. "Alguien tiene que solicitarlo", remarcan desde el Ejecutivo.
