Al menos 33 personas han muerto y 84 han resultado heridas o desaparecidas a causa de un bombardeo ejecutado en la madrugada de este viernes por el Ejército de Israel contra el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, según han denunciado las autoridades gazatíes. La oficina de prensa de las autoridades gazatíes, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), ha informado a través de su canal de Telegram de que la mayoría de los heridos a causa del ataque son «niños, mujeres y ancianos». Las autoridades han tildado lo ocurrido de nueva «brutal masacre» . «El Ejército de ocupación sabía que esta zona residencial incluye numerosos edificios y que en ella hay decenas de civiles, niños, mujeres y desplazados», ha criticado, antes de cargar contra la «política sistemática de desplazamiento forzoso» por parte de Israel, que ha tildado de «crimen contra la humanidad». En este sentido, ha afirmado que «este nuevo crimen llega al hilo del plan de la ocupación israelí para hacer colapsar el sistema sanitario en Gaza y ante la enorme presión sobre el personal médico y sanitario», al tiempo que ha pedido a la comunidad internacional que «condene estas horribles masacres» en Gaza. «Hacemos totalmente responsables a Israel, Estados Unidos y los países que participan en el genocidio, especialmente Reino Unido, Alemania y Francia, de la continuación de la guerra de limpieza étnica, exterminio y genocidio», ha recalcado, al tiempo que ha pedido «presión» sobre Israel a través de «todos los medios» para poner fin a la ofensiva contra la Franja. El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Palestina ha condenado el ataque y ha dicho a través de un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que «la masacre en Nuseirat es un reflejo del fracaso de la comunidad internacional a la hora de aplicar sus decisiones y compromisos». Así, ha denunciado que el ataque ha dejado «más de 150 mártires y heridos» y ha provocado «la destrucción masiva de edificios « en el campamento, antes de reiterar que la »incapacidad« internacional ante este tipo de acciones «alienta a la ocupación a profundizar sus crímenes y completar la destrucción sistemática de la Franja de Gaza». En este sentido, ha manifestado que Israel busca que el enclave «no tenga las condiciones necesarias para la vida, con el objetivo de obligar a sus residentes a huir a la fuerza», antes de manifestar que estas acciones «no tienen nada que ver con el concepto de defensa propia o seguridad». «Recaen en el marco de socavar cualquier oportunidad de materializar el Estado palestino y de transformar la cuestión palestina en un problema demográfico», ha argumentado, al tiempo que ha acusado a la comunidad internacional de «no proteger» a los palestinos ni «detener el genocidio y el desplazamiento» de población en la Franja de Gaza. Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por Hamás y otros grupos palestinos, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 250 secuestrados, según los balances facilitados por las autoridades israelíes. Desde entonces, las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, han denunciado la muerte de más de 44.800 palestinos en la Franja, a los que se suman alrededor de 800 palestinos muertos a manos de las fuerzas de Israel y en ataques perpetrados por colonos desde entonces en Cisjordania y Jerusalén Este.