El próximo sábado todos los focos apuntan a Vallecas con la visita del Real Madrid. Pese a la baja de Mbappé, muchos ojos estarán puestos en los Vinicius, Bellingham, Brahim, Rodrygo, Arda y compañía. Pero también en la defensa rayista que intentará frenar a las estrellas madridistas. En especial, en Pep Chavarría. El lateral izquierdo ya protagonizó una asistencia ante el Real Madrid en el Bernabéu en mayo de 2023. A pesar de ser uno de los jugadores más destacados del Rayo Vallecano, Pep mantiene los pies en el suelo a escasas horas de enfrentarse al conjunto blanco. Sigue siendo el mismo jugador humilde que soñaba con jugar al fútbol desde su infancia en el municipio de Figueras (Cataluña), de apenas 50.000 habitantes.
La historia de Pep Chavarría es la prueba de que, con disciplina, sacrificio y pasión, los sueños pueden cumplirse, sin importar los orígenes. Con su mirada puesta en el presente y en un futuro lleno de retos, el joven futbolista sigue demostrando que, cuando uno se lo propone, todo es posible.
¿Qué hubiera pensado si hace unos años cuando jugaba en el Figueras le hubieran dicho que ahora estaría en Primera División?
Se hubiese alegrado muchísimo. Cuando era pequeño, siempre le decía a mis amigos que iba a ser futbolista profesional. Al principio, solo jugaba por diversión, pero con el tiempo empecé a ver que realmente podía hacerlo. Ahora que estoy jugando en Primera y enfrentándome a grandes equipos, siento que he cumplido uno de mis grandes sueños.
¿Por qué tenía tan claro que lo conseguiría?
Creo que el mayor aprendizaje que uno puede tener es la disciplina. Hubo momentos en los que no tenía ganas de seguir entrenando o de hacer ciertas cosas, pero sabía que si quería llegar lejos tenía que ser constante. La disciplina es la clave para no tirar la toalla en los momentos difíciles. Los sueños se cumplen con trabajo duro, esfuerzo y perseverancia. Habrá momentos difíciles, pero si se siguen luchando, se puede conseguir. Además, siempre es importante mantener el equilibrio y no olvidarse de otras responsabilidades en la vida.
¿En algún momento peligró su carrera en el fútbol?
Tuve rachas mejores y otras peores, pero durante mi crecimiento, siempre traté de compaginar bien los estudios y el fútbol. Mis padres me ayudaron mucho a encontrar ese equilibrio del que le hablo. Ellos siempre me dijeron que tenía que estar bien asentado y tener varias opciones en la vida. Ese balance entre la educación y el deporte fue fundamental para seguir adelante.
Si no hubiera sido futbolista, ¿qué otra vía hubiera seguido?
Me hubiera encantado ser tenista. Mi hermana jugaba, y yo me empecé a aficionar mucho al tenis. Pero a los 13-14 años, tuve que dejarlo porque el fútbol empezó a ser mi prioridad y no era compatible. No llegué a un nivel profesional en el tenis, pero disfrutaba mucho jugando.
¿Este partido contra el Real Madrid es diferente para el Rayo?
Para nosotros, todos los partidos son importantes, pero jugar contra los grandes equipos siempre tiene una repercusión mucho mayor. Sabemos que es un partido que genera mucha expectación, pero como siempre, hay que prepararse igual, con seriedad y sin subestimaciones.
¿Qué se necesita para ganar al Real Madrid?
Para ganarles, tienes que hacer un partido perfecto. Ellos son muy peligrosos y en cualquier momento pueden marcar varios goles.
¿En qué aspecto puede estar un partido así?
La clave es mantener una concentración absoluta durante los 90 minutos y no cometer errores. Cualquier mínimo fallo te puede costar caro, así que tenemos que estar atentos a todos los detalles.
¿Qué jugador le sorprende más?
Sin duda, Bellingham me sorprende muchísimo. Es un jugador completo, un "cuatro por cuatro", capaz de hacer cualquier cosa en el campo. Es muy joven y ya tiene un nivel impresionante. No solo tiene calidad técnica, sino que también tiene mucha inteligencia para leer el juego.
¿Qué opina sobre la llegada de Mbappé al fútbol español?
Mbappé es un jugador top. Viene de destacar en la liga francesa, y aquí, en España, se encuentra con los mejores del mundo. Su calidad está fuera de discusión, y su llegada a la competición eleva aún más el nivel de competitividad.
¿Cuánto influirá el ambiente de Vallecas en el resultado?
Es una olla a presión. Nosotros sentimos a la afición muy cerca y eso te da un extra de energía en esos momentos difíciles. La afición es increíble; siempre nos apoyan, tanto en casa como cuando jugamos fuera. Tener la oportunidad de devolverles ese apoyo con buenos partidos es una de las mayores satisfacciones de mi carrera.