Un estudio publicado recientemente por la OCDE, en el que se evaluaron las competencias lectoras y matemáticas en adultos, dejó a Chile en el último puesto entre los 31 países que participaron y reveló, precisamente, que el 44% de los chilenos tiene competencias insuficientes en estas áreas.
En conversación con el programa Política en vivo, el director del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, Juan Pablo Valenzuela, advirtió que hay que mirar con detenimiento estos resultados, ya que, en primer lugar, no participaron todos los países de la OCDE.
“Hay cuatro países de América Latina: Costa Rica, Colombia, México y Chile y solo Chile participó en la medición. Hay más de 40 países de la OCDE y varios de ellos no participaron. Además, sabemos que si los ordenáramos por nivel de ingreso, por lejos nuestro país sería el que tiene los ingresos más bajo per cápita”, afirmó.
El experto en educación también apuntó a que en el estudio “hay distintas cohortes de adultos” y a que las generaciones jóvenes de chilenos tienen muchos mejores resultados que las de edad más avanzada.
“Las personas que tienen hoy día entre 56 y 65 años de edad, son las personas que terminaron de estudiar la secundaria entre el 75 y el 85. Estábamos en una recesión el año 75 muy relevante, en el 82 tuvimos la más grande que hemos tenido en los últimos 60 años y esa condición hacía que las coberturas de educación secundaria fueran muy bajas. La brecha que tenemos en esos puntajes, entre los que son el grupo mayor evaluado y el grupo más joven, de 16 a 26 respecto de los 56 a 65, es de nada menos que 60 puntos”, indicó.
En esa misma línea, Valenzuela destacó que los chilenos entre 16 y 26 ya se están acercando a los resultados de países europeos.
“Por ejemplo, nos parecemos mucho al puntaje que tienen los jóvenes de Polonia o no estamos tan lejos de los jóvenes de España o de Italia o de Portugal, pero tenemos una brecha enorme en nuestros adultos, adultos mayores, con respecto a esos mismos países”, dijo.
“Al contrario de esta imagen de: ‘Somos los últimos en el ranking’, tenemos una historia de una gran diversidad y de una mejora sostenida a través de las décadas”, insistió.
Consultado sobre la posibilidad de que la gratuidad universitaria pueda mejorar aún más los resultados en este tipo de pruebas, el director del CIAE aseguró que Chile ya tenía un importante nivel de cobertura antes de que se implementara este sistema. En cambio, señaló que “el desafío que tiene Chile, más que años de escolaridad, el desafío es de calidad”.
En ese sentido, el especialista subrayo que: “Lo que nosotros requerimos es que en la educación primaria y en la secundaria hagamos una mejora muy sustantiva para que esos jóvenes de verdad cierren el tema de la brecha, que la cerremos mucho antes de que cerremos la brecha de ingresos per cápita. La calidad es lo que nos va a llevar a esa condición de los jóvenes”.
