El Congreso no pudo cerrar con éxito su cometido, en esta ocasión. No alcanzó los votos suficientes para eliminar a los movimientos regionales, iniciativa que estaba amarrada a la reelección inmediata de gobernadores y alcaldes.
Al parecer, la bancada de José Luna no se sumó a los partidos políticos detrás de la propuesta que eliminaba a los movimientos regionales (Fuerza Popular, Perú Libre, APP, entre otros). Finalmente, no se obtuvieron los 87 votos necesarios y se mandó al archivo.
¿Qué significa en el contexto electoral una decisión como la adoptada? Los movimientos regionales seguirán vigentes, aunque se han realizado en estos meses las afiliaciones de sus representantes a partidos políticos nacionales. Incluso se han producido acercamientos y entendimientos después de anunciar protestas y acciones de fuerza en defensa de las representaciones políticas de las regiones.
Adicionalmente, los actuales gobernadores y alcaldes ya no tendrán reelección inmediata, así que queda poco incentivo para apoyos y adhesiones en la próxima campaña electoral, sobre todo a congresistas que ya lograron, ellos sí, la posibilidad de ser reelectos, incluso, en el futuro Senado.
El plan electoral del fujimorismo y sus aliados no se ha concretado en este objetivo, con el que limpiaban la cancha de movimientos regionales que compiten con los partidos nacionales. Y en los que podían captar candidatos para sus fórmulas con los gobernadores y alcaldes que tenían luz verde para la reelección y que además pueden obtener presupuesto para su campaña.
La proximidad de las elecciones ya hace efecto en las decisiones que se adoptan en el Congreso. Será cada vez más difícil armar consenso, porque se multiplican los intereses particulares. El fujimorismo y sus aliados ya lo están percibiendo con varios reveses obtenidos en las votaciones.