Quiero comenzar esta entrega de Alajuela por la pista con la aclaración de que no pretendo hacer publicidad; pero me resultó inevitable hablar de este tema luego de que alguien me contó que tenía una conocida que venía desde Cartago a retirar apartados en Llobet, la octogenaria tienda alajuelense.
¿Desde Cartago? Sí, y aparentemente desde más lejos, según supe después.
La historia de los apartados en la tienda Llobet es parte de la infancia de cincuentones como yo, o aún mayores, pues era normal que, desde unos meses antes, las familias adquirieran los estrenos navideños y los fueran pagando a poquitos, para retirarlos en diciembre, con el aguinaldo. Por eso, en esta época, ese departamento pasaba lleno.
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Ahora que casi todo el mundo usa tarjetas de crédito y se pueden hacer compras con tasa cero, yo no creía que la tradición se mantuviera. Sin embargo, para mi sorpresa, sigue ocurriendo, y mucho.
“Ha bajado, claro que sí, porque hay otros sistemas con los que la gente puede llevar, pero aún hay bastantes. Aquí se encuentra uno gente (que dice) ‘yo vengo de San José’, ‘yo vengo de Guanacaste’, ‘me gusta venir aquí, siempre he tenido la costumbre’, y vienen de otros lados, largo”, resumió Esvin, quien tiene 20 años de trabajar en la tienda, casi todo el tiempo en la sección de Apartados.
Según el vendedor, los clientes apartan de todo: ropa, juguetes, cosas del hogar o hasta bisutería. De hecho, yo vi cajas enormes con piscinas inflables en espera de su dueño.
En unos 10 minutos que pasé frente a la ventana de retiro de apartados, llegaron al menos seis compradores. Eran gente adulta, pero también jóvenes y hasta una adolescente.
Por ejemplo, doña María Delgado. Contó que es de Guápiles, en Pococí de Limón, pero hace 15 años se pasó a vivir a Alajuela y comenzó su tradición de hacer estas compras.
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“Es como que uno siente que tiene un compromiso para pagar; y apenas le dan a uno el aguinaldo, cancela. Para mí es mejor así”, manifestó, mientras retiraba regalos y estrenos.
Lo mismo contó don Sergio Molina, de Tuetal Norte, quien llegó a retirar el apartado que hizo su esposa. Según dijo, ella aprovecha cuando hay promociones y aparta. Cuando llega el aguinaldo, retiran.
Los apartados de doña María y don Sergio estaban entre los aproximadamente 7.000 paquetes listos, cerrados y con su respectiva etiqueta.
De acuerdo con Mario José Crespo, gerente de mercadeo y bisnieto de los fundadores de Llobet, la tienda fue pionera en el sistema de apartados, hace más de 50 años.
“Hay clientes que empiezan a apartar desde la feria de julio, que es la de nuestro aniversario; se les da hasta seis meses (para pagar). Comenzamos con dos meses y, a partir de ahí, se cobra un interés muy bajo por el tema de bodegaje y administración de paquetes”, precisó.
Y bueno, ahí siguió el desfile de clientes, saliendo contentos con sus paquetes y viviendo lo que, aunque parezca extraño, es una especie de tradición navideña para alajuelenses y más allá.
A todos, tengan cédula 2 o no, deseo una Feliz Navidad.