Chile se posiciona como el principal exportador de cerezas a China en el comercio agrícola global. Durante la temporada 2023-2024, el país sudamericano exportó 377.000 toneladas de esta fruta, lo que consolidó su liderazgo en el competitivo mercado asiático. Este éxito no es fortuito: detrás de estas cifras hay décadas de innovación tecnológica, cadenas de frío eficientes y estrategias comerciales bien ejecutadas que aseguran que las cerezas chilenas lleguen frescas y en óptimas condiciones.
En China, este superalimento es apreciado por su calidad y su profundo simbolismo cultural. Durante el Año Nuevo Chino, las cerezas son un regalo popular, vistas como un símbolo de felicidad, prosperidad y buena suerte. Este valor cultural, combinado con su demanda creciente, ha hecho de la cereza chilena un producto premium en el mercado chino.
El último gran arribo de cerezas chilenas a China ocurrió el 9 de diciembre, cuando llegó el primer cargamento del "Cherry Express", un barco dedicado exclusivamente al transporte de cerezas desde Chile. Este paquete, que contenía unas 620 toneladas de fruta, fue recibido con entusiasmo en Guangzhou, donde los consumidores chinos se aglomeraron a la espera de poder degustarla.
El liderazgo chileno en la exportación de cerezas se basa en un modelo de innovación y colaboración. En los últimos años, Chile ha invertido significativamente en tecnología agrícola, como el uso de atmósferas controladas y empaques especializados, que permiten que las frutas se mantengan frescas durante los viajes de hasta 50 días hacia Asia. Este enfoque ha convertido a las cerezas chilenas en un estándar de calidad en el mercado global.
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Además, acuerdos estratégicos como la reciente alianza entre Garces Fruit y la cadena china de supermercados Freshippo han optimizado las cadenas de suministro. Este acuerdo no solo reduce los costos logísticos en un 5%, sino que también asegura que las cerezas lleguen a los consumidores en su mejor estado. El esfuerzo conjunto del sector público y privado, liderado por organizaciones como ProChile, ha sido clave para abrir nuevas oportunidades comerciales y superar desafíos logísticos.
En el mercado chino, las cerezas chilenas son consideradas un artículo de lujo. Durante la temporada alta, el precio por kilogramo oscila entre 150 y 200 yuanes (22-30 dólares). Su color vibrante y sabor dulce han conquistado el paladar de los consumidores, quienes valoran la fruta como símbolo de armonía y prosperidad.
En el contexto del Año Nuevo Chino, las cerezas tienen un papel destacado. Según Claudia Soler, directora del comité de cerezas, "estas frutas representan felicidad y fortuna, lo que las convierte en el regalo ideal durante esta festividad". Este simbolismo, junto con la calidad de las variedades chilenas como Bing, Lapins y Rainier, ha asegurado una alta demanda en el mercado asiático.
