La comunidad de la cooperativa Universal, en el distrito de Santa Anita, se encuentra consternada tras la denuncia de que alrededor de 20 perritos perdieron la vida por un envenenamiento masivo en un parque local. Los vecinos se unieron en un intento por salvar a sus mascotas, pero lamentablemente no todos los animales sobrevivieron. Los afectados exigen justicia por el acto cruel que terminó con la vida de sus seres queridos.
Según las investigaciones preliminares, a primeras horas de la mañana los perros habrían ingerido carne envenenada que fue esparcida en la zona. La sustancia tóxica, aparentemente colocada de manera intencionada, causó un daño irreversible en los animales. A pesar de los esfuerzos por llevarlos al veterinario, muchos no pudieron ser salvados debido a la potencia del veneno.
"A las seis de la mañana mi esposo lo sacó y lo llevé al veterinario, pero ya no aguantaba. Dijo la veterinaria que el veneno era muy potente. Llega al cerebro y afecta sus pulmones", comentó una vecina visiblemente afectada, mientras enterraba los restos de dos de sus perritos.
Los vecinos exigen que se revisen las cámaras de seguridad y que se realicen las investigaciones necesarias para identificar a los responsables de este envenenamiento, que también representa un grave riesgo para los niños que juegan en el parque. "Mi hija va a tocar el pasto. Si toca el pasto en cinco minutos termina muerta. Hay que limpiar el parque", expresó una madre, visiblemente preocupada.
José Martín Mateus, jefe de Imagen Institucional de la Municipalidad de Santa Anita, aseguró que se revisarán las cámaras de seguridad para determinar lo que se ha podido detectar en las horas nocturnas, y se llevará a cabo una investigación exhaustiva. "Va a intervenir el procurador público municipal", afirmó.
El Poder Judicial establece que el envenenamiento de un animal doméstico constituye un acto de crueldad, el cual puede ser penado con hasta cinco años de prisión. Este delito está tipificado en el artículo 206-A del Código Penal. Además, si el responsable reincide en su comportamiento, la pena puede incrementarse hasta ocho años de cárcel.
