La presidenta de la Comunidad de Madrid asegura en la sesión de control de la Asamblea de Madrid que la situación del resto de partidos “es un follón" porque "entre purgas van cortándose la cabeza"
Juan Lobato: la caída de Mr. Política
La presidenta madrileña ha aprovechado el pleno de la Asamblea de Madrid para exhibir la debilidad orgánica de la oposición. Con Rocío Monasterio fuera de la Asamblea, Juan Lobato alejado del foco político y la crisis interna de Más Madrid tras la dimisión de Íñigo Errejón, Isabel Díaz Ayuso no ha perdido la oportunidad de ahondar en esta situación. “Es un follón”, ha asegurado la mandataria este jueves, que se ha mofado de sus oponentes políticos que “entre purgas van cortándose la cabeza”.
Este ha sido el primer pleno en el que Jesús Celada, el nuevo portavoz de los socialistas madrileños, ha confrontado con la presidenta. El sustituto de Lobato le ha reprochado que hable “muy pocas veces” de la Comunidad y centre sus intervenciones en Catalunya, Venezuela y ETA. “Su prioridad número uno es hablar de todo menos de lo que en Madrid es prioritario. La sanidad se colapsa, un viaje a Miami; imposible acceder a una vivienda, un paseo por la Quinta Avenida; los rectores madrileños alertan de la situación catastrófica de las universidades y la presidenta aparece en Corea”, ha replicado Celada.
En sus primeras palabras, la presidenta ha querido desear al portavoz socialista “todo lo mejor en su nueva andadura”, aunque al instante le ha tirado una pulla pidiéndole que no se “acompleje” cuando los dos coincidan en “los toros”. En esa misma línea, Ayuso se ha dirigido a la nueva dirección del PSOE-M. “Lo único que le pido a su partido es que le respete, que le deje estar unos meses porque esto es una confusión”, ha añadido.
“Ya no sé a qué grupo parlamentario hablar. Nadie dimite, la única que dimitió fue [Rocío] Monasterio”, ha insistido, ante la presencia de Lobato en el grupo parlamentario que sigue siendo diputado en la Asamblea. El diputado madrileño anunció su renuncia después de registrar ante notario una conversación con su compañera Pilar Sánchez Acera, asesora del ministro Óscar López, sobre la supuesta filtración del correo de Alberto González Amador, novio de Ayuso, en su caso de doble fraude fiscal.
La presidenta no ha dudado en recordar la actuación que le supuso su cargo a Lobato, a la que se ha referido como una “operación de estado, que va desde la Agencia Tributaria, al fiscal, a la Abogacía y al jefe de gabinete del presidente de Gobierno, para ir contra un adversario político”. Ayuso defiende que “cuando” el ex secretario general del PSOE “se ha visto atrapado ha ido a la notaría, no a la Fiscalía”.
Más Madrid ha mencionado a la pareja de la presidenta en su intervención. Su portavoz, Manuela Bergerot, le ha pedido a la presidenta que le diga “una sola cosa en la que ha mejorado la vida de los madrileños desde que es presidenta”. Tras realizar un recorrido por la situación de la Sanidad, la Vivienda, la libertad de las personas LGTBIQ+ y la financiación de las universidades públias, Bergerot ha recriminado a Ayuso que “se esfuerza mucho en mejorar la vida de los suyos”. “Han mejorado y mucho los negocios del señor Gonzalez Amador”, ha continuado. Y le ha preguntado: “¿Cuál es el siguiente paso para protegerlo? ¿meterlo en las listas de 2027?”.
En su intento de ahondar en las crisis del resto de partidos, Ayuso ha mencionado el caso Errejón a la portavoz de Más Madrid. “¿Qué ha pasado con el señor que nos ha dado lecciones a todas las mujeres?”, ha insistido la presidenta, que considera que al exdiputado ya “solo le queda el lawfare para defenderse”.
Este jueves, la presidenta sí que ha abordado la situación de las residencias durante la pandemia. En su réplica a Más Madrid ha leído una carta que ha atribuido al hijo de un fallecido en esos centros de mayores. En esa misiva se dirigen a la formación de Bergerot como “secta”. Según ha expuesto Ayuso, el autor de la carta asegura que se le parte el alma“ cada vez que ”esta partida de mercenarios“ convierte ”la memoria“ de su padre ”en un número, uno más entre tantos por motivos espúreos y meramente electorales buscando arañar un puñado de votos“.
