La 'okupación' de viviendas es un problema en España que causa un gran dolor de cabeza a multitud de familias en su día a día. Algunas sufren agobios económicos al no recibir el importe por el alquiler de su propiedad. Sin embargo, en otros casos como el de José y Ester, del que habló 'Noticias Cuatro', es aún peor y se quedan sin hogar donde vivir. El drama de esta familia española comenzó hace más de un año y no tienen esperanza de que se pueda solucionar demasiado pronto.
Ambos son un matrimonio que hace 11 años decidió dar un vuelco a su vida e irse a vivir a Canarias durante unos años con su hija. Todo cambió en 2023 cuando decidieron volver a su Tarragona natal para retomar su vida habitual. Ester comunicó a sus inquilinos que habían tomado la decisión de volver una vez finalizara el contrato y ellos no lo recibieron nada bien. Comenzaron a ignorar sus llamadas, sus mensajes e incluso los burofax que llegó a enviar la propia inmobiliaria. Estos inquilinos habían preguntado tiempo atrás sobre la opción de comprar la propiedad.
Cuando los hasta el momento inquilinos respondieron, lo hicieron de "malas maneras", con insultos y amenazas, dejando claro que no iban a devolver la casa. "Dónde voy a ir yo? ¿Cómo voy a encontrar una casa como esta? Sí hombre, a mi piso voy a volver yo", fueron algunas de las contestaciones que recibió el matrimonio. Entonces entendieron que las personas que habitaban en su casa ya no eran inquilinos, eran 'okupas'.
Al volver de Canarias y no encontrar su casa libre, llegó el momento más duro. José está en búsqueda de trabajo y Esther tiene un contrato al 24% de la jornada, por lo que la única solución que encontraron fue irse a vivir a su garaje, a 150 metros de su casa. Allí tienen una furgoneta con dos colchonetas donde duermen como buenamente pueden. El garaje donde viven es de 25 metros cuadrados. Ahí cocinan en un hornillo, se duchan con garrafas de agua y hacen sus necesidades en un retrete portátil que han adquirido.
La situación es de impotencia total cada día, sobre todo al pasar por delante de su vivienda, en la que no pueden descansar cada noche. El matrimonio denunció el caso ante la justicia cuando ocurrió, pero tras más de un año nada se ha solucionado y tampoco lo hará de manera inmediata. La vista del juicio está programada para noviembre de 2025. Aún les restan 11 meses de calvario para poder resolver este drama.
La reforma en la Ley de Enjuiciamiento Criminal que se está estudiando, ha vuelto al Congreso pese a ser aprobada por el veto del Senado, no afectaría a este caso. Esta enmienda consiste en añadir los delitos de usurpación de morada, tipificado en el artículo 245 del Código Penal, y de allanamiento de morada, en el artículo 202 del Código Penal, para que estos pasen a tramitarse en los juicios de procedimiento abreviado, es decir, si se consigue aprobar la reforma, los 'okupas' serán juzgados en un plazo máximo de quince días desde su puesta a disposición judicial.
