Malibú. Un feroz incendio forestal avanza sin control en la exclusiva ciudad costera de Malibú, en Estados Unidos. Las llamas carbonizan casas y obligan a miles de personas a abandonar sus residencias.
El incendio, bautizado Franklin, se desató la noche del lunes. Hasta la noche de este martes había consumido más de 1.150 hectáreas en una localidad conocida por albergar lujosas mansiones de celebridades de Hollywood y millonarios en la costa oeste de California.
Más de 1.500 bomberos trabajan intensamente por aire y tierra en una compleja operación para combatir el fuego. Sin embargo, no lograron contener las llamas, informó Anthony Marrone, jefe del Departamento de Incendios de Los Ángeles.
“Mientras las condiciones climáticas actuales persistan, los fuertes vientos y la baja humedad seguirán desafiando a los bomberos que luchan por contener el tenaz fuego”, dijo Marrone en una rueda de prensa.
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Una inspección aérea realizada este martes arrojó un saldo preliminar de siete propiedades destruidas y ocho dañadas, comentó Marrone. El jefe del departamento agregó que se espera una evaluación más detallada de los daños para el miércoles.
Unas 20.000 personas se encuentran bajo órdenes o advertencias de evacuación, según informó Jennifer Seeto, representante del Departamento del Sheriff. “Los incendios pueden ser extremadamente impredecibles, por lo que recomendamos encarecidamente a los residentes de las zonas afectadas que estén preparados. Tengan un plan y presten atención a nuestras advertencias y órdenes de evacuación”, agregó Seeto.
La pintoresca Malibú, vecina de Los Ángeles, se encuentra enclavada entre el océano Pacífico y frondosas colinas. Este martes, enormes columnas de humo cubrían la ciudad, mientras las llamas se extendían por las montañas.
“Han sido 20 horas traumáticas para la ciudad de Malibú”, dijo el alcalde Doug Stewart, quien participó en la rueda de prensa junto a otras autoridades. “Hace 20 horas esto era exuberancia y recursos naturales que ahora no tenemos, y va a pasar un tiempo antes de que crezcan de nuevo”, lamentó Stewart.
Los residentes enfrentaron la rapidez y ferocidad del fuego. Alec, un habitante de la zona, narró a la televisora local KTLA: “Estábamos completamente rodeados. Como a las 11 p. m. escuchábamos a la gente gritando. Salí y vi el cielo rojo encendido. Tras 45 minutos bajaba por las colinas, y una hora después estábamos totalmente rodeados: las casas ardiendo al lado, la cordillera al otro”.
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Otra residente, identificada como Linda, relató a la misma televisora: “Abrí mi ventana y la parte trasera de mi vivienda estaba carbonizada. Corrí y levanté a todo el mundo, los metí en el carro y los saqué de allí”.
Incluso el actor Dick Van Dyke, de 98 años, se vio obligado a desalojar su propiedad junto a su esposa. “Arlene y yo evacuamos de forma segura con nuestros animales, excepto por Bobo (un gato) que escapó cuando nos íbamos. Rezamos porque esté bien y que nuestra comunidad en Serra Retreat sobreviva este terrible incendio”, escribió el artista en su cuenta de Facebook.
Unos 800 estudiantes quedaron atrapados en la Universidad de Pepperdine, situada en la línea del fuego. Las autoridades les orientaron a refugiarse en uno de los edificios del campus, diseñado para resistir incendios. Desde allí, los estudiantes compartieron dramáticas imágenes de las llamaradas rodeándolos a pocos metros de distancia.
Más de 40.000 residencias se quedaron sin energía eléctrica en la región, lo que dificulta las comunicaciones. Las autoridades abrieron refugios para los afectados, bloquearon varias carreteras y recorrieron las zonas puerta a puerta para advertir a las personas.
El gobernador de California, Gavin Newsom, garantizó recursos para las operaciones de emergencia. La causa del incendio aún está bajo investigación.
La actual sequía y los “vientos de Santa Ana”, como se conoce a las ráfagas fuertes y secas características de California, han intensificado la propagación de las llamas. También contribuyó la acumulación de ramas, hojas y árboles secos en las áreas forestales, producto de dos inviernos con temperaturas excepcionalmente altas en el oeste del país.
El cambio climático, exacerbado por la acción humana, es otro factor que agrava estos fenómenos. Las oscilaciones extremas provocan incendios más severos y frecuentes, sequías prolongadas y períodos de lluvia más intensos, según los expertos.