La campaña ‘¿Por qué UNICEF? La razón eres tú’ destaca la importancia que los socios y socias tienen para poder seguir defendiendo los derechos de la infancia
Hay situaciones de nuestro día a día que, afortunadamente, podemos dar por hecho. Ni siquiera reparamos en que las estamos haciendo. Nos levantamos y llevamos a nuestros hijos e hijas al colegio; les servimos en cada comida un plato caliente e, incluso, escogemos los mejores alimentos para su crecimiento; les enseñamos a llenar una jarra con solo abrir un grifo o bajamos al parque a jugar.
Es poco probable que en medio de toda esa actividad lleguemos a imaginar que en nuestro centro de salud vayan a faltar vacunas para cumplir con su cartilla de vacunación; que, de repente, nuestros hijos no puedan tener acceso a la escuela o que, en vez de esa tarde de juegos en el parque, tuvieran que ir a buscar agua potable a varios kilómetros de distancia.
Sin embargo, esta realidad que a nosotros puede parecernos ajena, en la que a veces solo reparamos cuando el telediario pone el foco sobre ella, es la que vive la infancia en muchos lugares del mundo. Los datos recabados por UNICEF —Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia— lo avalan. Desde Gaza hasta Ucrania, pasando por Sudán, más de 460 millones de niños y niñas —1 de cada 5— viven en zonas de conflicto o han huido de ellas; la pobreza alimentaria afecta a 181 millones de menores de 5 años que no pueden obtener una alimentación nutritiva y variada; dos tercios de los niños y niñas de 10 años no saben leer un cuento sencillo; y 739 millones hacen frente a una escasez de agua extremadamente alta. Situaciones todas ellas que se están viendo agravadas por los efectos de los conflictos y del cambio climático.
¿Qué se puede hacer al respecto?
En su día a día, UNICEF está presente en más de 190 países, también en aquellos en los que hay conflictos, donde trabaja para atender a miles de niños y niñas defendiendo sus derechos y proporcionándoles servicios esenciales. En 2023, gracias a las aportaciones de sus socios y socias, fueron muchas las vidas que se salvaron.
Así, UNICEF logró vacunar a casi la mitad de los menores de 5 años en todo el mundo, consiguiendo un avance histórico para la supervivencia infantil y logrando hitos como el de distribuir 6,2 millones de dosis de la primera vacuna mundial contra la malaria en siete países de África.
También salvó a 9,3 millones de niños de la desnutrición aguda grave al llegar hasta ellos para proporcionarles alimento terapéutico. Fue el caso de Bangladesh donde se repartieron, especialmente en los campamentos de la minoría rohinyá, alimentos terapéuticos listos para el consumo producidos localmente.
En 2023, 36 millones de personas pudieron acceder a agua potable. De hecho, este suministro llegó a lugares como Afganistán, el Estado de Palestina, la República Árabe Siria, Turquía y Ucrania en momentos de emergencia gracias al trabajo sobre el terreno de UNICEF.
Y en lo que a educación se refiere, se escolarizó a 38 millones de niños, niñas y adolescentes. En Ucrania, donde la guerra ha hecho que el 40% de los menores no puedan acceder a una educación continua, UNICEF consiguió que más de 1,3 millones pudieran estudiar.
Ante este tipo de situaciones es frecuente sentir frustración e impotencia, al creer que no podemos hacer nada. Ahora bien, a pesar de la distancia, siempre hay formas de aportar nuestro granito de arena que, por minúsculo que nos parezca, contribuirá a que estos niños y niñas tengan un futuro y que este sea un poquito mejor.
Es más, en el caso de UNICEF, es precisamente la ayuda de sus más de 437.000 socios y socias la que permite que sobre el terreno se estén consiguiendo logros cruciales para la infancia. Consciente de que sin estas aportaciones no podría proteger a los más pequeños, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha lanzado la campaña ¿Por qué UNICEF? La razón eres tú para animar a nuevos colaboradores a unirse a ellos.
Porque sí, cada gesto cuenta y suscribirse es tan sencillo como entrar en la página web de la campaña y escoger la aportación mensual que deseas realizar. Se trata de una carrera de fondo, en la que la constancia en las donaciones se traduce en que UNICEF pueda desarrollar programas integrales y continuados sobre el terreno que benefician a millones de niños y sus familias, proporcionándoles una alimentación adecuada o facilitándoles acceso a agua potable, a una educación de calidad o a medicamentos esenciales.
La prueba de ello son las estimaciones que ofrecen desde UNICEF. Así, con 15 euros al mes durante un año es posible proporcionar un tratamiento completo contra la desnutrición aguda a cuatro niños y niñas; con 25 euros mensuales, se puede vacunar a 763 menores contra la polio; y con 35, se da agua potable a 395 niños y niñas durante un mes.
No hay aportaciones menores o mayores. La importancia reside en sumarse, movilizarse a favor de la infancia para formar parte de la solución que contribuya a que UNICEF llegue cada vez a más niños y niñas allí donde les necesiten, consiguiendo introducir cambios reales que mejoren su mundo.