El Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto ha revelado los resultados de las últimas excavaciones arqueológicas lideradas por la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez en la antigua ciudad de Taposiris Magna, ubicada a 45 kilómetros al oeste de Alejandría. Estas investigaciones, llevadas a cabo durante los últimos meses, han arrojado hallazgos que podrían ser clave para resolver uno de los mayores misterios de la arqueología: la ubicación de las tumbas de Cleopatra VII y Marco Antonio.
Entre los artefactos desenterrados, se destacan más de 300 monedas acuñadas durante el reinado de Cleopatra, muchas de ellas con la inconfundible imagen de la reina. Este descubrimiento confirma que el sitio corresponde al periodo ptolemaico, como se esperaba. Además, se ha recuperado una "extraordinaria" colección de objetos ceremoniales, que incluye figurillas de bronce, recipientes cerámicos y de vidrio, cuentas de collar, y un escarabajo con la inscripción: "La justicia de Ra ha surgido". También se encontraron lámparas de aceite y dos esculturas que han generado debate: una cabeza masculina con el tocado real nemes y una pequeña figura femenina que podría representar a Cleopatra, aunque esta interpretación sigue siendo objeto de controversia.
Durante las excavaciones, el equipo documentó restos de un templo griego del siglo IV a.C., destruido posteriormente, y una necrópolis con más de veinte cámaras funerarias y una gran tumba subterránea que alberga nueve bustos de mármol blanco. En la zona sumergida de Taposiris Magna, se han identificado estructuras artificiales, restos humanos y grandes cantidades de cerámica. Estos hallazgos ofrecen una visión sin precedentes sobre las prácticas culturales y arquitectónicas al final de la época ptolemaica.
El hallazgo de las monedas y los objetos rituales ha reforzado la teoría de Kathleen Martínez sobre la posibilidad de que Cleopatra y Marco Antonio estén enterrados en Taposiris Magna. Sin embargo, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mohamed Ismail Khaled, mantiene que la tumba de la legendaria reina podría estar bajo las aguas de Alejandría, donde se cree que su palacio fue tragado por el mar tras un terremoto en la antigüedad.
Aunque las tumbas de Cleopatra y Marco Antonio aún no han sido descubiertas, los hallazgos recientes refuerzan la importancia histórica de Taposiris Magna como epicentro de rituales y tradiciones de la última etapa del Antiguo Egipto. Con evidencias como los restos humanos hallados en la parte sumergida del sitio, la búsqueda de los dos amantes sigue siendo una misión cargada de posibilidades.
Las excavaciones continuarán próximamente, con la esperanza de que los secretos de Cleopatra y Marco Antonio finalmente salgan a la luz.
