Con tan solo 22 años, esta ingeniera biomédica peruana se ha ganado un lugar destacado en el Centro de Investigación Ames de la NASA, un logro que la ha llevado a ser reconocida como una de las '50 mujeres más poderosas de Perú en 2024', según la revista 'Forbes'. Su carrera no solo resalta por su impresionante nivel académico y sus investigaciones en el ámbito de la biomedicina, sino también por su constante lucha por abrir puertas para las mujeres en campos científicos tradicionalmente dominados por hombres.
Thalía Leyton Reto, oriunda de Piura y nacida en el pequeño pueblo de Colán, comenzó su formación académica en el Colegio de Alto Rendimiento (COAR), un centro educativo de élite donde destacó por su dedicación y excelentes calificaciones. Gracias a su sobresaliente rendimiento, obtuvo una beca completa para estudiar Bioingeniería en la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), lo que marcó el inicio de su carrera en las ciencias. A través de esta beca, pudo ingresar a la UTEC, donde comenzó a explorar su pasión por la ingeniería biomédica.
Durante sus estudios en Piura, Thalía se interesó profundamente por la Ingeniería Biomédica, un campo que le permitió combinar su pasión por la ciencia con su deseo de mejorar la calidad de vida de las personas. Después de completar su licenciatura, decidió seguir ampliando sus horizontes y se trasladó a París para cursar una maestría en Ingeniería Biomédica en el Institut Polytechnique. Su enfoque y dedicación la llevaron a formar parte de un equipo de investigación en la NASA, donde ahora lidera proyectos que exploran los efectos de la radiación espacial en el cerebro.
En su rol como investigadora asociada en la NASA, Thalía se dedica a estudiar los efectos de la radiación espacial en los cerebros de los astronautas. Su proyecto más destacado involucra la creación de mini órganos, especialmente minicerebros, que permiten simular cómo la radiación del espacio exterior afecta las funciones cerebrales humanas. Estos modelos están diseñados para crecer en un entorno controlado, utilizando técnicas avanzadas de bioimpresión y microfisiología.
El objetivo de este innovador proyecto es tener una representación precisa de los efectos de la radiación en los sistemas biológicos, lo que será esencial para futuras misiones espaciales de larga duración. En este sentido, la investigación de Thalía podría ser crucial para entender mejor los riesgos para la salud de los astronautas y desarrollar soluciones que protejan a los futuros exploradores del espacio.
"Yo me encargo de hacer la fabricación, el estudio matemático y la integración de estos dispositivos pequeñitos donde van a crecer minicerebros. Esto va a poder emplearse junto con los otros dos minimodelos de órganos que están elaborando otros equipos para tener la representación de lo que le pasa a un astronauta fuera de la Tierra (...) La idea es que se junte todo y se mande al espacio", precisó Thalía Leyton.
Además de su trabajo en la NASA, Thalía ha sido una ferviente defensora de la divulgación científica, especialmente en su país natal. En 2020, fundó 'Microthali', una plataforma educativa que utiliza redes sociales como Instagram y TikTok para acercar la ciencia a los jóvenes, especialmente a las mujeres. La página ha superado los 60.000 seguidores y es una herramienta clave para inspirar a nuevas generaciones de científicas.
A través de 'Microthali', Thalía ha creado espacios de mentoría, en los que ofrece orientación a estudiantes de bajos recursos, proporcionándoles recursos educativos, pasantías y acceso a oportunidades internacionales en el campo de las ciencias y la tecnología. De este modo, busca reducir las barreras sociales y económicas que enfrentan muchos jóvenes, especialmente mujeres, para acceder a una educación de calidad.
A pesar de su éxito, Thalía ha sido muy abierta sobre los desafíos que enfrentan las mujeres, particularmente aquellas provenientes de comunidades rurales y con menos recursos. En varias entrevistas, ha destacado la falta de oportunidades para las mujeres en la ciencia, especialmente en países en desarrollo como Perú.
"Existe un incremento de la participación de las mujeres en las ciencias, pero si hacemos un muestreo, la mayoría provienen de Lima y de las grandes ciudades, no hay diversidad en cuanto al origen socioeconómico o cultural de las ingresantes. Hay pocas oportunidades para niñas como yo (…) Desde las municipalidades se deberían identificar oportunidades (becas, cursos, etc.) y ayudarles a postular desde jóvenes, ya que no vale de nada la difusión si no existe el apoyo financiero", aseveró Thalía.
En este contexto, Thalía ha liderado diversas iniciativas como 'Colaneñas', un proyecto que busca fomentar el interés por las ciencias y la tecnología entre las niñas de su comunidad. Para ella, es esencial que las políticas públicas y las instituciones educativas se involucren activamente en la creación de oportunidades reales para las mujeres en áreas científicas, a través de becas y programas de apoyo. De lo contrario, asegura que los esfuerzos individuales no serán suficientes para cambiar la situación de las futuras generaciones de científicas.