El tribunal explica que este tipo de construcciones son asimilables a las casas prefabricadas y que deben tener este permiso urbanístico por "una razón imperiosa de interés general como es la protección del medio ambiente y el entorno urbano"
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El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia en la que establece que una casa móvil necesita una licencia urbanística para poder ser usada y vivir en ella. Los jueces explican que este tipo de construcciones no son asimilables a un remolque sino a, por ejemplo, una casa prefabricada, y que deben pasar el filtro de los responsables municipales de urbanismo por “una razón imperiosa de interés general como es la protección del medio ambiente y el entorno urbano”.
El diseño de estas casas, explica el Supremo, es “incompatible” con un remolque aunque se pueda utilizar como transporte de forma puntual. “Han sido ideadas y creadas para proporcionar casa, hogar, a una persona o grupo de personas, bien de forma temporal o bien de forma permanente”, por lo que son una vivienda y no un vehículo.
Los jueces han analizado el caso de una empresa, Agrocamping, que combatía la negativa del Ayuntamiento de Tarragona a legalizar varias de estas casas móviles en un camping llamado 'Las Palmeras' que gestionaba esta sociedad en la Platja Llarga. En 2017 el consistorio hizo una inspección y comprobó que, entre otras obras, se estaban instalando “se estaban instalando remolques blancos habitables”. La empresa entendía que no necesitaba una licencia urbanística para esas casas móviles y llevó sus alegaciones hasta el Tribunal Supremo.
El Supremo explica que la intención de la empresa era, de forma explícita, convertir el camping en un resort con estas casas móviles entre bungalows. “La transformación pretendida con la colocación de las ”mobile-homes“ en unos terrenos existentes en suelo no urbanizable a los que, tras las correspondientes obras, se las ha dotado de los servicios de agua, electricidad y desagüe, implica un uso del suelo que exige autorización urbanística”, afirman.
No es suficiente con que esa casa móvil esté en un terreno que tenga licencia de camping. Este tipo de viviendas, reconoce el Supremo, unen “elementos que son propios de los vehículos junto a otros elementos que son propios de las viviendas” pero una de estas casas es “incompatible” con su uso como vehíchulo remolcable “aunque puntualmente puedan serlo, ya que han sido ideadas y creadas para proporcionar casa, hogar” aunque conserven “ciertas aptitudes para la movilidad”. “Su asimilación debe hacerse con la casa prefabricada y no con el remolque”.
Los precios de este tipo de casas móviles oscilan en función del tamaño y prestaciones, aunque muy pocas bajan de los 15.000 euros en los portales de empresas especializadas. En algunos casos alcanzan los 40 metros cuadrados y cuentan con varias habitaciones y baños disponibles.