Quien contamina paga. Esa es una de las pocas directrices que ofrece la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados a los ayuntamientos para que diseñen la nueva tasa de basuras , que entrará en vigor el próximo año. A cambio, sí impone varios requisitos, además de la obligatoriedad de su imposición: no puede ser deficitaria, tiene que reflejar el coste real del servicio de recogida y permitir la implantación de sistemas de pago por generación de residuos. El Ayuntamiento de Madrid, obligado a crear un impuesto que «no nos gusta ni en la forma ni en el fondo », destacaba Engracia Hidalgo, delegada de Economía, Innovación y Hacienda, en el último Pleno, ha configurado un recibo que incluye una...
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