Si hay alguien en la cúspide de las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) a nivel nacional es Ilia Topuria . Pero hay un asturiano que también se encuentra peleando por pasar a la cima de la UFC. Joel Álvarez (21-3), de 31 años, llegó a la compañía antes que Topuria, y de hecho, estuvo entre los 15 mejores de su división, el peso ligero (155 libras o 70,3 kilos), una de las categorías más competidas. Sin embargo, una derrota contra Arman Tsrukyan (actual retador de la división) y su inactividad derivada de sus problemas con el visado (ya solucionado) hicieron que perdiera ese puesto. Actualmente, encadena dos victorias seguidas en la compañía, y de ganar contra Drakkar Klose en Florida conseguiría su séptimo triunfo en la empresa de Dana White. Además, dar una buena actuación podría hacer que su siguiente oponente sea del top 15, y ya entrar en ese ranking. Y si en algo es experto Joel Álvarez es en dar buenas actuaciones. El de Gijón nunca ha necesitado la participación de los jueces cuando ha salido con el brazo en alto. De sus 21 victorias, 17 han sido por la vía del sometimiento y 4 por KO. El que fue un bandolero en su juventud ya apunta a los puestos altos de la UFC. Pero Joel Álvarez no ha pasado por un camino de rosas para llegar a donde está. Este ha trabajado desde muy joven en distintas profesiones, una de ellas como portero de discoteca. «Yo trabajé en la noche cinco años y te trae malas compañías», reveló el peleador en una entrevista en ABC . Gracias al deporte se pudo ir centrando poco a poco y encaminar una vida de éxitos. Debutó como profesional a los 20 años, en 2013, como miembro del Club Deportivo Tíbet. El de Gijón empezó a subir como la espuma y cosechó 14 victorias (todas antes del límite) con tan solo una derrota. Con este récord tuvo la oportunidad de disputar el título de la promotora española AFL. No obstante, a poco tiempo del combate y con las entradas vendidas, la UFC hizo la llamada . Sin embargo, y aunque muchos lo tacharon como una mala decisión, Joel declinó la oferta debido a que ya se había comprometido con AFL y con la gente que había pagado para verlo en una muestra de humildad. Él excusa esta postura al decir que la UFC ya estaba pendiente, y que volverían a llamar, solo bastaba seguir ganando. Y dicho y hecho. Joel Álvarez ganó su pelea en el primer asalto, se convirtió en campeón y a los tres meses fue llamado de corto aviso para debutar en la UFC . A pesar de que la oportunidad llegó, el debut quedó lejos del soñado. El español perdió por decisión contra Damir Ismagulov. Aun con todo, este tropiezo solo hizo sacar a la luz la mejor versión de Joel Álvarez. Encadenó cuatro finalizaciones consecutivas , tres de ellas en el primer round. Joel estaba en su mejor momento, había entrado al top 15 ( primer español en conseguirlo ) y ya se le citaba con los grandes. Pero Arman Tsrukyan se interpuso en su ascenso, venciéndolo y sacándolo del ranking. Tuvimos que esperar más de un año para ver a El Fenómeno de nuevo en el octágono, y firmó su regreso sometiendo a Marc Diakiese en Londres. Todo parecía volver a buen cauce, pero las incidencias de Joel con el visado impedían que peleará en Estado Unidos. Eso lo mantuvo fuera otro año, con varias peleas canceladas. Fue en Abu Dhabi, este agosto, cuando enfrentó y finalizó a Elves Brener . Esta versión de Joel se vio claramente más madura que las anteriores, y es que el nacimiento de su hija ha cambiado el modo en el que ve las cosas. Ahora, su objetivo no pasa por ser campeón o el mejor de la historia, sino en pelear para ganar dinero y mantener a su familia . Gracias a que el tema del visado está solucionado, el de Gijón ya puede combatir en Estados Unidos y aumentar su actividad. Este sábado contra Drakkar Klose, Joel Álvarez se podrá meter de nuevo en el top de la división y seguir trayendo alegrías a los amantes de las MMA.