Antoine Griezmann fue suplente en el último partido de la Liga de Campeones contra el Sparta de Praga, posiblemente el más completo del equipo en la temporada. A su lado estaba Koke, su amigo, el capitán, el hombre que más partidos ha disputado con la camiseta rojiblanca. El Atlético ganó 0-6 y parecía que el equipo estaba preparado ya para un cambio de ciclo de la mano de futbolistas como Barrios y Julián Álvarez.
Pero Antoine apareció media hora, marcó un gol e inició la jugada de otro, aunque no le dé para contarlo como asistencia. Y desde entonces encadena su mejor racha con el Atlético en el último año. Ha marcado cinco goles en los últimos cuatro partidos y especialmente importantes fueron los dos que marcó al Sevilla para la remontada el pasado domingo. El último llegó en el tiempo añadido y Griezmann volvió a decidir un partido como era su costumbre.
En la Liga lleva siete goles, solo uno menos que Vinicius y dos menos que Mbappé, aunque muy lejos de los 16 de Lewandowski. Griezmann está en números parecidos a los que ofreció la pasada temporada.
El «7» rojiblanco cumple 34 años en marzo y, aunque físicamente se encuentra bien decidió retirarse de la selección francesa después de la pasada Eurocopa para centrarse en el Atlético.
«Como Griezmann hay muy pocos jugadores. En la actualidad es un jugador muy importante para el Atlético de Madrid, pero el Atlético tiene una gran plantilla, no solamente Griezmann, sino también otros muchos jugadores que son de gran clase y de gran valor en el mundo europeo», asegura Enrique Cerezo, el presidente rojiblanco.
Pero los elogios llegan también desde dentro del vestuario, de su entrenador y de sus compañeros. «Es un futbolista especial. Hay jugadores que son diferentes y Griezmann lo es. Con poco, da mucho. El cuarto gol es un golazo», decía Simeone después de la victoria ante el Sevilla. «Le queremos mucho y es un chico que le ha dado siempre absolutamente todo al Atlético», añadía.
«Es un persona simple, con muy buen corazón. Eso es lo más importante, además de todo el talento que tiene, de todo lo que ha ganado. Lo que más me gusta es cómo es como persona», reconocía Samuel Lino, otro de los goleadores contra el Sevilla.
Griezmann también devuelve los elogios como un verdadero líder. «Somos un equipo y un vestuario todos unidos, todos por el mismo camino. Y lo vemos cada vez que entra nueva gente en el minuto 60 o 70 cambian el partido y hoy pasó otra vez. Es el camino a seguir para soñar en grande», admitía el francés después de su gran noche contra el Sevilla.
Una idea en la que coincide con Simeone. «Los equipos van creciendo con el correr de los partidos. La Liga es muy larga, son muchísimos partidos los que se juegan. Y los partidos te van generando situaciones de sociedades que se van viendo y a partir de ahí en este último periodo hemos encontrado soluciones, ya sea con los que están empezando o con los que entran después. Son los que empiezan y los que se suman en cualquier momento para conseguir lo que necesita el equipo», asume el Cholo.
Conseguir que el Atlético vuelva a ser un grupo cohesionado es uno de los méritos de Simeone esta temporada. Le ha costado, pero ha encontrado un equipo reconocible. Aunque él descarga el mérito en el esfuerzo de los jugadores. «El trabajo se ve en los Galán, en los Giuliano, en los Lenglet, que no empezaron jugando y lo están haciendo bien porque no tengo compromiso con nadie», asegura el entrenador rojiblanco. «Hay momentos en que está más bajo uno y otro más alto. Por eso tenemos una plantilla más amplia», añade el entrenador del Atlético.
Y para terminar las jugadas siempre está Griezmann, que en enero superó a Luis Aragonés como máximo goleador de la historia del Atlético y que sigue sumando.
