El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, se comprometió a que su gobierno aprobará permisos “totalmente acelerados” a cualquier persona o empresa que invierta al menos mil millones de dólares en el país.
“Cualquier persona o empresa que invierta mil millones de dólares o más en Estados Unidos recibirá aprobaciones y permisos totalmente acelerados, incluidos, aunque no limitados a, todos los permisos ambientales”, escribió Trump este martes 10 de diciembre en su red social Truth Social, quien cerró su mensaje con el lema en mayúsculas. “¡PREPÁRENSE PARA LA ACCIÓN!”
En el mensaje del próximo mandatario estadounidense no se aclara quiénes serán los inversionistas que tendrán derecho al beneficio, ni se aclara cómo el gobierno planea sortear el habitual entramado de regulaciones.
Durante su campaña electoral, Donald Trump se comprometió a impulsar diversos sectores de la economía estadounidense como el energético y el de infraestructura. Otra de las promesas del republicano es la eliminación de regulaciones federales, a las que califica como un obstáculo para el crecimiento económico.
La reducción de regulaciones va de la mano con la función que empleará el magnate dueño de Tesla, Elon Musk, quien se encargará de analizar y reducir las 428 agencias federales de Estados Unidos.
Elon Musk ha calificado que Estados Unidos vive en una sobrerregulación debido a la saturación de dichas dependencias. El multimillonario tendrá hasta el 4 de julio de 2026 para cumplir su promesa de reducir a 99 el número de agencias federales.
Otra de las promesas de Donald Trump a los inversionistas es la de ampliar los recortes de impuestos para las grandes empresas, que introdujo en su primera administración mediante la reducción de la tasa impositiva del 21 por ciento al 15 por ciento para las compañías que produzcan todos sus productos en Estados Unidos.
La reforma de los permisos es una de las prioridades de las industrias del petróleo y el gas. La perspectiva de años de demoras legales y reglamentarias ha disuadido la construcción de nuevos oleoductos y ha frenado el crecimiento de la producción de gas natural en la región de los Apalaches.
La misma cuestión es ahora una preocupación primordial para los generadores de electricidad y las empresas tecnológicas, ya que se pronostica que el crecimiento de la capacidad de datos relacionada con la inteligencia artificial aumentará rápidamente la demanda de energía de Estados Unidos en los próximos años, lo que requerirá una importante inversión en nueva infraestructura de generación y transmisión.
El tema ha sido durante mucho tiempo una prioridad para Trump, en su primer mandato como presidente se quejó de que algunos de los proyectos de infraestructura más críticos del país estaban “atados y empantanados por un proceso de aprobación federal escandalosamente lento y oneroso”.
Con información de EFE y Bloomberg
