El Gobierno de Javier Milei suspendió de manera definitiva un programa clave que otorgaba préstamos personales para jubilados o trabajadores en relación de dependencia.
La medida se oficializó mediante el Decreto 1039/2024 publicado en el Boletín Oficial, el cual anula la capacidad del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para otorgar estos créditos.
Según el decreto que lleva la firma del presidente, el motivo de esta decisión es debe a "un perjuicio evidente a la rentabilidad y sostenibilidad" del sistema previsional de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
Cabe recordar que Javier Milei había suspendido "transitoriamente" el pasado enero el otorgamiento de préstamos con dinero del FGS para jubilados y trabajadores en relación de dependencia. En efecto, ANSES no reactivó el programa desde entonces.
Sin embargo, el Gobierno estableció a través de un DNU la derogación definitiva de la parte de la Ley 24.241 que habilitaba las líneas de créditos a baja tasa de interés.
En el escrito, argumentan que la medida se debe a que el costo financiero era significativamente inferior a la inflación:
Además, denuncian la "significativa diferencia" en el Costo Financiero Total entre los créditos de ANSES (53,26%) y los préstamos que otorga el Banco Nación (357,5%) y el Banco Ciudad (409,57%).
Por tales motivos, el escrito subraya que el FGS no fue creada "para funcionar como un fondo de crédito, sino para garantizar la sustentabilidad". Asimismo, detallan que "sus activos deben ser invertidos en instrumentos que garanticen la preservación de su valor".
Se trata de los préstamos que la ANSES daba a baja tasa y muchas cuotas, destinados a trabajadores en relación de dependencia, y titulares de jubilaciones y pensiones.
Durante el Gobierno de Alberto Fernández se lanzó una línea de créditos para jubilados y trabajadores en relación de dependencia. En una primera instancia, el tope del préstamo era de $ 400.000 y luego se amplió a $ 1.000.000.
En aquel momento, el límite para poder acceder era que contará con un salario menor al tope establecido por el Impuesto a las Ganancias. Es decir que, en 2023, lo podían percibir todas aquellas personas que cobrarán sueldos de hasta $ 1.980.000.