Tras la acreditación de los sueldos de noviembre con el aumento paritario acordado, los choferes agrupados bajo la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se mantienen expectantes por lo que sucederá con los aguinaldos, dejando abierta la posibilidad de un nuevo paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
"En lo que se refiere a los sueldos hubo cumplimiento por parte de las empresas, pero ahora hay que ver qué pasa con los aguinaldos que tienen que pagar el 18 de diciembre", advirtió dijo un importante dirigente del gremio en diálogo con El Cronista.
Desde la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA) reconocen los inconvenientes para cumplir con los compromisos asumidos y descartan que las negociaciones con el Gobierno para conseguir más fondos lleguen a buen puerto en 2024, lo que complica el panorama.
"No creemos que haya novedades en diciembre. Las empresas estamos tratando de arreglar con UTA para resolver este tema", indicó Luciano Fusaro, titular de la entidad, quien destacó la postura conciliadora del gremio.
"Nosotros tenemos la mejor con UTA. Ellos saben la verdad del problema, y la buena voluntad nuestra. Los números los conocen perfectamente, lo que pasa que si no llega la plata ellos tienen que pelearla, es lo que corresponde", resaltó sobre la postura del espacio que dirige Roberto Fernández.
El diálogo con la Secretaría de Transporte, afirman en AAETA, también es fluido y en buenos términos, pero el visto bueno para incrementar subsidios depende directamente de Luis Caputo.
"Transporte entiende el problema, pero es Economía quien no autoriza tarifa", detallaron.
La posibilidad de que las empresas incumplan con el pago de sueldos y el aguinaldo ya había quedado planteada en la reunión en la que se rubricó el último entendimiento, marcado por su carácter condicional.
En el texto, que permitió ponerle fin a varias semanas de arduas negociaciones, se fijó una recomposición trimestral de noviembre a enero que quedó atada a una respuesta satisfactoria del Gobierno al pedido de aprobación de una nueva "estructura de costos".
En las reuniones paritarias anteriores, las cámaras ya habían expresado malestar por la falta de respuestas ante el pedido de "discutir una sobreestimación de recaudación" por parte del Gobierno y la necesidad de cubrir diferencia con más subsidios o aumentos de tarifas.
Sin suba de tarifas programada en lo que resta del año, la solución podría llegar a través de un aumento de los subsidios, pero por el momento Economía no da el brazo a torcer y prioriza no aumentar las partidas y mantener "en equilibrio" las cuentas.
Conscientes de la fragilidad de lo acordado, la parte sindical manifestó desde un primer momento que los montos y gratificaciones firmados "no pueden estar sujetos a condicionamiento alguno", adelantándose a un posible estancamiento en las charlas empresas-Gobierno que frustrara el pago de los aumentos, algo que finalmente ocurrió.
"Diálogo hay, el tema es que la secretaría no tiene definición aprobada para dar más tarifas o subsidios. Y la nafta, por ejemplo, sigue aumentando", explicó Fusaro.
"El pago de aguinaldos está complicado, porque la estructura de costos cubre esta fijada hasta octubre nada más. Y todo lo que se paga este mes no está cubierto en los cálculos", agregó con pesimismo.
En la UTA, en tanto, se mantienen expectantes sobre lo que sucederá el 18, el Día D para definir un nuevo paro, aunque aclaran que la postura dialoguista con las empresas no se extenderá indefinidamente. "Si les demostras mucho no te pagan más, veremos como se va dando", se sinceraron.