La empresa ferroviaria Talgo comunicó este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha recibido notificación de Renfe con la primera reclamación de 116 millones de euros, de un total de 166 millones, por el retraso en la entrega de los trenes Avril y ha reafirmado la "improcedencia de las penalizaciones impuestas" tras haber realizado un "análisis exhaustivo" de la situación, así como que seguirá adoptando "todas las medidas legales necesarias".
El pasado 5 de diciembre se dio a conocer que Renfe ya había ejecutado la primera de las multas que le impuso a Talgo por incumplir los plazos de entrega de los trenes Avril por un montante inicial de 116 millones de euros. Esta primera reclamación supone la ejecución de la penalización recogida en el contrato firmado por las dos compañías y está respaldada por un informe jurídico que señala que la ferroviaria pública está obligada a ejecutar esas penalizaciones.
Además de esa cantidad, Renfe anunció otra reclamación por 50 millones de euros por el lucro cesante derivado de las demoras en la puesta en servicio, que se sustanciará más tarde y otros 80.000 euros diarios a partir del 1 de abril hasta la entrega de los trenes, que se produjo a finales de mes. De esta forma, el pago supone hasta el 20% del coste de 600 millones de la construcción de los 30 Avril encargados por Renfe a Talgo.
Talgo ha rechazado este martes la sanción y ha informado de que ha aportado nuevos argumentos y justificaciones que "refuerzan la validez y suficiencia de las razones previamente presentadas". Por otro lado, Talgo ha asegurado que protegerá los intereses de todos sus empleados, clientes, accionistas y demás grupos de interés, para lo que "adoptará todas las medidas legales necesarias para ello". Asimismo, se compromete a informar puntualmente de cualquier novedad relevante que pueda derivarse de este procedimiento.
Renfe y Talgo han mantenido abierta hasta hace algo más de dos meses una vía prejudicial de conciliación para intentar llegar a un acuerdo sobre el asunto. Sin embargo, no llegaron a un entendimiento, indicaron fuentes conocedoras a LA RAZÓN. De este modo, agotada esta opción, la operadora pública había solicitado a un despacho de abogados un informe para ver cual era la mejor vía para que su reclamación llegase a buen puerto.
La reclamación por el retraso en las entregas no es la única a la que se enfrenta Talgo por los Avril. A finales del pasado mes de agosto, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, anunció [[LINK:INTERNO|||Article|||66b204c794e9b0e4a531fb83|||el inicio de dos acciones «de reclamación de daños y perjuicios» contra el fabricante por los múltiples problemas que generaron los Avril en sus primeros meses de actividad.]] En agosto, en plena crisis de averías -el modelo registró hasta entonces cerca de 500 incidencias desde que había sido puesto en marcha en mayo-, la puntualidad del Avril era apenas del 40%, lo que llevó a hundir la puntualidad de todos los servicios de alta velocidad y larga distancia de la compañía hasta el 76,2%. Seis meses después, sin embargo, el 79% de los Avril que prestan servicio llegan en hora a sus destinos tras corregir los fallos.