Más de 23 estados de EE. UU. aumentarán su salario mínimo en 2025, con Illinois, Delaware y Rhode Island alcanzando por primera vez los $15 por hora. Este cambio busca aliviar la carga económica de los trabajadores, aunque la pregunta persiste: ¿es suficiente para cubrir los costos de vida?
El incremento salarial se produce en un contexto donde el costo de vida sigue en aumento, lo que ha llevado a muchos a cuestionar si estos ajustes son realmente efectivos. A pesar de que el aumento es un avance, el salario digno en algunas áreas, como King County, Washington, se sitúa en $30.08 por hora, lo que pone de manifiesto la brecha existente entre el salario mínimo y lo que realmente se necesita para vivir con dignidad.
Además, 65 ciudades y condados también elevarán sus salarios mínimos, con Burien, Washington, liderando con un salario base de $21.16 para grandes empleadores. Este panorama refleja un esfuerzo por parte de las autoridades locales para adaptarse a las necesidades de sus comunidades, aunque la disparidad entre los salarios mínimos estatales y el federal, que permanece en $7.25 desde 2009, sigue siendo un tema de debate.
El aumento del salario mínimo tiene un impacto directo en la vida de los trabajadores, permitiéndoles cubrir mejor sus necesidades básicas. Sin embargo, la realidad es que, a pesar de estos incrementos, muchos aún luchan por alcanzar un nivel de vida digno. Según el MIT Living Wage Calculator, el salario digno en King County para un adulto sin hijos es de $30.08 por hora, lo que resalta la insuficiencia de los nuevos salarios mínimos.
Los críticos del aumento del salario mínimo argumentan que estos incrementos pueden llevar a un aumento en los precios y a la reducción de empleos. Sin embargo, estudios recientes han mostrado resultados mixtos, sugiriendo que el impacto no es tan negativo como se ha planteado. Algunos sectores, como el de la restauración, han trasladado los costos adicionales a los consumidores, lo que ha generado un debate sobre la sostenibilidad de estos aumentos.
Con 16 estados proyectando alcanzar los $15 por hora para 2027, el movimiento "Fight for $15", que comenzó en 2012, ha logrado avances significativos. Sin embargo, la falta de un aumento en el salario mínimo federal resalta la disparidad entre los estados y la necesidad de una reforma más amplia que garantice un salario digno para todos los trabajadores en el país.
