Con la llegada del verano, Brasil se perfila como uno de los destinos más solicitados por los argentinos. Sin embargo, la calidad del agua en algunas de sus costas generó serias preocupaciones.
A lo largo de la temporada 2024/2025, Brasil será uno de los principales destinos turísticos para los argentinos, pero ciertas playas están bajo alerta por altos niveles de contaminación marina.
Ya el año pasado, muchos visitantes padecieron síntomas de intoxicación por Escherichia coli, lo que resultó en enfermedades gastrointestinales, respiratorias y urinarias.
Esta situación encendió las alarmas en el país, que este año implementó el Programa Bandera Azul para evaluar y controlar las condiciones de sus playas.
Enfermedades gastrointestinales: diarrea, vómitos y dolor abdominal son los síntomas más comunes. En algunos casos, la diarrea puede ser sanguinolenta.
Deshidratación: la pérdida excesiva de líquidos debido a la diarrea y los vómitos puede causar deshidratación, lo que puede llevar a mareos, boca seca y disminución de la orina.
Infecciones urinarias: la bacteria Escherichia coli puede afectar el tracto urinario, causando dolor al orinar, frecuencia urinaria aumentada y, en casos graves, infecciones renales.
Problemas respiratorios: algunas personas pueden experimentar dificultades respiratorias, como tos, dolor en el pecho o dificultad para respirar.
Síntomas sistémicos graves: en casos más severos, la intoxicación puede generar fiebre alta, fatiga extrema y malestar generalizado.
Síndrome urémico hemolítico (SUH): en algunos casos raros, especialmente en niños pequeños y personas mayores, la infección por E. coli puede desencadenar un SUH, una condición grave que afecta los riñones y puede causar insuficiencia renal.
El Instituto Ambiental de Santa Catarina (IMA) elaboro un mapa con información actualizada sobre la calidad del agua en diversas playas. Entre las zonas con agua apta para bañarse se destacan las siguientes:
En total, en noviembre se registraron 177 playas con aguas seguras. Sin embargo, algunos lugares son más críticos, como Florianópolis, con solo 63 playas habilitadas, y Camboriú, con solo 14 playas aptas para los turistas.
Este programa internacional, gestionado por la Fundación para la Educación Ambiental (FEE), emplea rigurosos estándares que incluyen: