La madrugada del 23 de julio de 2021, una joven de 24 años subió a un taxi para volver a casa , tras pasar la noche en casa de unos amigos. Tras consumir alcohol y haber vomitado, encontrándose mareada, fue uno de estos quien contrastó con el conductor la dirección de destino, ya que ella se encontraba indispuesta. La sentó en el asiento del copiloto y el vehículo arrancó, pero en vez de llevarla hasta su piso, el taxista, de 43 años y nacionalidad española, desconectó el taxímetro y se desvió la ruta para llevar a la joven hasta una despoblada y poco iluminada, donde la violó . Lo hizo, apunta la Fiscalía en su escrito de acusación, sabiendo que la víctima, habiéndola trasladado hasta una zona oscura y solitaria , no podría pedir ayuda. Se aprovechó asimismo de su mermada capacidad de reacción por el consumo previo de alcohol. Fue así como, agarrándola «fuertemente» por los brazos, la trasladó hasta la parte trasera del taxi, un Toyota Prius, y la agredió sexualmente. A consecuencia de la violación , la víctima sufrió varios hematomas en sus extremidades, así como trastorno por estrés postraumático, del que tardó seis meses en recuperarse. La mitad de ellos, inhabilitantes para proseguir con sus actividades habituales. Al día siguiente de la agresión, la joven acudió al Hospital Clínic para pasar el reconocimiento médico y después formalizó la denuncia ante los Mossos d'Esquadra. El taxista se sentará el próximo miércoles, 18 de diciembre, en el banquillo de la Audiencia de Barcelona , acusado de agresión sexual . El Ministerio público pide para él diez años de cárcel, así como más de 22.000 euros en concepto de indemnización.