Este martes hace un año que el presidente argentino, Javier Milei, llegó al poder tras una polémica campaña en la que motosierra en mano, cargó contra 'la casta política', y prometió un cambio radical en un país que llevaba años atravesando una compleja situación económica, fuertemente marcada por la inflación. Y así lo ha hecho, aunque con un importante coste social
El 10 de diciembre de 2023 el candidato de 'La Libertad Avanza', tomo posesión como presidente a los 53 años, tras arrasar en la segunda vuelta de elecciones contra el candidato del peronismo, Sergio Massa, que obtuvo el 44% de los votos, frente al 56% de Milei. El economista repitió hasta la saciedad que reduciría el estado a la mínima expresión si finalmente se hacía con el poder, y al poco de llegar a la Casa Rosada comenzó a cumplir su promesa.
Bajo la "política de la motosierra", Javier Milei redujo el número de ministerios y secretarías de Gobierno, que pasaron de dieciocho a nueve. Las carteras de Educación, Trabajo, Desarrollo Social y Cultura, fueron algunas de las afectadas, fusionándose en el ministerio de Capital Humano, frente al que se encuentra la periodista Sandra Petrovello. El efecto directo de esta decisión, fue el despido de gran parte de la plantilla del sector público.
El recorte de las prestaciones sociales también ha sido otro de los ejes centrales de la política de Milei, y se ha traducido en la congelación de las pensiones o el gasto en educación universitaria, medida que fue respondida por parte de la comunidad educativa con importantes protestas, pero que finalmente no impidieron al ejecutivo libertario lograr el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
Según recoge EFE, entre diciembre de 2023, y agosto de 2024, en Argentina se perdieron hasta 180.00 empleos, 52.000 en el sector público y 128.000 en el privado, de acuerdo con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Lo que también se ha disparado como resultado de estas agresivas políticas ha sido la pobreza entre los argentinos. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) revela que un 52,9% de los argentinos estaban por debajo de la línea de la pobreza en el primer semestre del año, lo que supuso un aumento del 12,8% con respecto al mismo periodo de 2023.
Las cifras cambian en lo relativo a la economía. Esta reducción del gasto público en un 35% durante el primer semestre de 2024, y el ajuste fiscal, han tenido un impacto directo en la moderación de la inflación, uno de los problemas crónicos de Argentina, así como en la prima riesgo del país. El pasado octubre, el IPC argentino marcó un incremento mensual del 2,7%, el más bajo de los últimos tres años, mientras que la prima de riesgo se hundió, cayendo desde los casi 2.700 puntos, hasta debajo de los 900 puntos, por primera vez desde 2019.
El gobierno argentino sacó pecho de estos datos a principios de noviembre, cuando el presidente llegó a dar por concluida la recesión del país: "De aquí en adelante, todos los días vamos a estar un poco mejor que el día anterior. En vez de ser cada día más pobres, seremos cada día más ricos", aseveró Milei antes de reconocer que ese mensaje de optimismo "no quiere decir que hayamos llegado a nuestro destino".
El próximo reto del economista previsiblemente será consolidar este crecimiento de la economía de Argentina, y mejorar la condiciones de vida de su población, la cual se ha visto muy perjudicada en este primer año de mandato.