El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado este martes que las autoridades turcas "no pueden permitir que Siria quede dividida otra vez" y ha apostado por "aplastar cuanto antes" a los "grupos terroristas", entre los que ha incluido a las fuerzas kurdas que controlan el norte y el noreste del país.
"A partir de ahora, no podemos permitir que Siria quede dividida otra vez. No podemos consentir que el territorio del país se conviertan de nuevo en una zona de conflicto", ha señalado durante una reunión de su formación, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP).
Así, ha afirmado que "si Dios quiere, organizaciones terroristas como Estado Islámico y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en otras partes del país serán aplastadas cuanto antes", ha señalado, según ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
El PKK mantiene lazos con las Unidades de Protección Popular (YPG), que encabeza las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), brazo armado de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) que cuenta con el respaldo de la coalición internacional que encabeza Estados Unidos.
"Cualquier ataque contra la estabilidad de la nueva administración siria y la integridad del territorio sirio nos tendrá de frente a nosotros, junto al pueblo sirio", ha manifestado Erdogan, quien ha apoyado además una vuelta "voluntaria, segura y digna" de los refugiados sirios que están en territorio turco.
Los rebeldes, apoyados por Turquía, iniciaron el domingo la ofensiva con la intención de acometer ahora la expulsión de las fuerzas kurdas de las zonas bajo su control después del fulgurante éxito de la ofensiva lanzada el 27 de noviembre por Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras formaciones yihadistas y rebeldes contra las tropas gubernamentales.
Turquía, que apoya a varios grupos rebeldes armados que operan en Siria, ha lanzado en el pasado varias operaciones militares en territorio sirio contra las YPG y han criticado el apoyo de Estados Unidos a las FDS, punta de lanza de las ofensivas contra Estado Islámico hasta la derrota territorial de su 'califato' en Siria en 2019.