En medio de la creciente tensión en las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, el presidente Xi Jinping lanzó un contundente mensaje al futuro gobierno de Donald Trump: “No habrá ganadores en una guerra comercial”. Durante un encuentro con líderes de instituciones internacionales como el Banco Mundial y el FMI, Xi destacó que el gigante asiático seguirá siendo el mayor impulsor del crecimiento económico global al aportar aproximadamente el 30% del incremento mundial.
Este discurso, realizado en el Gran Salón del Pueblo en Beijing, se produjo tras las recientes declaraciones de Trump, quien anunció su intención de aumentar los aranceles a productos chinos en un 10% adicional como parte de sus políticas comerciales para combatir el tráfico de drogas y la inmigración irregular.
El líder chino no dudó en calificar las guerras comerciales, arancelarias y tecnológicas como medidas "contrarias a las tendencias históricas y económicas". Ante las amenazas de la administración Trump, Xi reafirmó su compromiso con un multilateralismo económico que beneficie a todas las partes involucradas. Además, resaltó que su país continuará promoviendo un desarrollo “abierto e inclusivo” y fortaleciendo las relaciones bilaterales con Estados Unidos.
"La economía de China ha entrado en una etapa de desarrollo de alta calidad, y su contribución al crecimiento económico mundial se ha mantenido en alrededor del 30 por ciento. China tiene plena confianza en alcanzar el objetivo de crecimiento económico de este año y en seguir siendo el mayor motor del crecimiento económico mundial", declaró Xi durante el encuentro.
China también aprovechó la ocasión para señalar los riesgos del enfoque proteccionista de Washington, alertando sobre las posibles repercusiones para la economía global. Según la agencia Xinhua, Xi enfatizó que el desarrollo de cada nación debe ser visto como una oportunidad, no como un desafío.
Desde su campaña, Donald Trump ha mantenido una postura agresiva hacia China. Entre sus primeras acciones como presidente electo está la imposición de aranceles adicionales que afectarían a productos provenientes de Beijing, México y Canadá. Esta estrategia busca presionar a estas naciones para abordar problemas como el tráfico de fentanilo y la migración, pero podría escalar las tensiones comerciales.
En respuesta, China ha tomado medidas como investigar a empresas estadounidenses, como Nvidia, por presuntas violaciones antimonopolio, acciones interpretadas como una señal de que Beijing está preparada para contraatacar. Sin embargo, la postura oficial del gobierno chino sigue abogando por la cooperación entre China y Estados Unidos y el manejo de diferencias de forma constructiva.