Tener una Green Card, el documento que otorga residencia permanente en Estados Unidos, no significa inmunidad frente a las leyes migratorias. Aunque proporciona el derecho a vivir y trabajar en el país, los portadores de este documento están sujetos a regulaciones estrictas que, de ser infringidas, pueden llevar a su deportación.
La ley de inmigración en EE. UU., a través de la sección 237 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, establece una serie de motivos legales por los cuales incluso los residentes permanentes pueden ser expulsados del país. Estos incluyen desde delitos graves hasta fraudes relacionados con el proceso de obtención de la residencia. Entender estas leyes es fundamental para quienes desean mantener su estatus migratorio.
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Sí, los residentes permanentes con Green Card pueden ser deportados si infringen las leyes estadounidenses. Aunque este estatus les permite vivir y trabajar de manera indefinida en Estados Unidos, las autoridades migratorias pueden iniciar un proceso de deportación bajo ciertas circunstancias.
Entre las razones principales se encuentran la comisión de delitos graves, como el tráfico de drogas, el fraude financiero o los crímenes relacionados con violencia doméstica. Además, los residentes que participen en actividades relacionadas con el terrorismo o la subversión también pueden enfrentar la deportación. Por otra parte, el fraude en la obtención de la Green Card, como matrimonios falsos o el uso de documentos fraudulentos, es una de las causas más comunes para revocar la residencia.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) colabora estrechamente con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para investigar estos casos. Según datos recientes, miles de residentes permanentes han sido sometidos a procesos de revisión debido a sospechas de fraude o antecedentes legales.
La sección 237 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad es el marco legal que regula las deportaciones, incluso para quienes poseen una Green Card. Esta normativa, promulgada en 1952 y modificada a lo largo de los años, establece que cualquier inmigrante puede ser deportado si incumple con los requisitos legales.
Por ejemplo, aquellos que hayan ayudado a alguien a ingresar al país de manera ilegal, escapado de puntos de control migratorio o cometido crímenes graves, como trata de personas o abuso infantil, están en riesgo de ser deportados. Además, la participación en conspiraciones o actividades que pongan en peligro la seguridad nacional también es motivo de expulsión.
Estas disposiciones buscan proteger la integridad del sistema migratorio y garantizar que quienes residen en el país cumplan con las leyes locales y federales. No obstante, los críticos advierten que algunas interpretaciones de estas normativas pueden llevar a abusos, afectando incluso a quienes obtuvieron su residencia de forma legítima.
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Si Donald Trump regresa al poder en 2025, podrían implementarse las siguientes políticas migratorias más estrictas:
Estas medidas reflejan un enfoque hacia un sistema migratorio más restrictivo, que podría afectar directamente a miles de inmigrantes con Green Card.