Tras ser acusado en el pasado de presuntos abusos hacia mujeres, el magnate de Harrods Mohamed Al Fayed moría impune y con la compañía a su favor para encubrir sus delictivos actos. Sin embargo, un documental que veía la luz de forma póstuma contaba con los testimonios públicos de las primeras presuntas víctimas que se atrevieron a denunciar las agresiones a las que fueron sometidas ya sin miedo a represalias. Al menos cinco víctimas de violación y 32 de acoso sexual relataron el infierno en manos del empresario que sufrieron y que nadie trató de impedir. «Creemos que el sistema no sólo permitió, sino que posiblemente facilitó el abuso sexual generalizado», declaró el abogado de las presuntas víctimas. Meses después, la investigación en curso de las de la Policía Metropolitana de Londres daba sus frutos y apuntaba que por el momento 90 presuntas víctimas habían sido identificadas y se sumaban al caso. Así, más de cien mujeres habrían sufrido presuntamente abusos por parte del magnate en cuatro décadas. Pero los hechos no recaerían solo en Al Fayed. Según 'The Guardian', cinco personas son actualmente sospechosas de ejercer de «facilitadores» de los actos del empresario y de ocultarlos posteriormente. Sin embargo, de lo que sí se responsabilizaría a Mohamed es de recurrir a todas las artimañas que tenía en su mano para escapar de la Justicia. Tal y como un portavoz policial ha revelado a 'LOC', la investigación sigue dos cauces. Por un lado ha pasado a revisarse los casos históricos de denuncias archivadas por Scotland Yard sin tomar medidas y por otro se han rescatado las ocasiones en las que la Fiscalía no sentó en el banquillo al magnate al considerar que el juicio estaría perdido contra el depredador. Ahora, el testimonio del hijo pequeño de Al Fayed ha revelado los motivos que hay detrás de que su padre se liberase de las pesquisas policiales. Tras expresar públicamente su parecer ante los «horribles crímenes» de los que se acusa a su difunto padre, Omar Fayed ha desvelado la estrategia que utilizó el de Harrods para seguir tapando sus delitos en Reino Unido. Tal y como ha revelado, Al Fayed se habría escudado en su trastorno de demencia para no ser juzgado antes de morir. «Se libró alegando que estaba mentalmente incapacitado», ha declarado el joven a 'The Mail on Sunday', quien también señala que en 2017 se encontró una de las oportunidades desaprovechadas por la Justicia. Ese mismo año, un canal de televisión emitió un documental con los primeros testimonios de abusos y un productor del mismo ha secundado la afirmación de Omar asegurando que Al Fayed entonces trató de impedir que se iniciase una investigación excusándose en su incapacidad mental. La actual investigación incluye también a la propia Scotland Yard y sus agentes, algunos de los cuales están acusados de presunta corrupción que alcanza hasta los directivos que colaboraron en el encubrimiento de los crímenes sexuales. Según comparte la prensa, el magnate «untaba» con casi 150 mil euros a los altos cargos de Harrods para hacerles partícipes de los hechos pidiéndoles que atrajesen a las empleadas que más le llamaban la atención o comprando posteriormente su silencio. Ahora, sobre Scotland Yard se sospecha que Al Fayed pagó un sueldo a policías para que hiciesen la vista gorda a las denuncias de las mujeres que se atrevían a hablar. «Es maravilloso para lo mucho que sirve regalar una cesta de Navidad o un móvil», pudo reconocer en una ocasión el empresario los posibles regalos que otorgaba. De cara a la Justicia que piden las víctimas y sus abogados, la policía investiga ahora por qué se perdieron oportunidades de sentenciar los hechos y fueron ignorados los testimonios vertidos en contra de Al Fayed.