La justicia argentina dictó este martes el sobreseimiento de dos jugadores de la selección francesa de rugby que habían sido acusados de violación por una mujer en la provincia de Mendoza en julio, informó el abogado de la defensa.
Hugo Auradou y Oscar Jegou, ambos de 21 años, habían sido acusados de violación por una mujer de 39 años que denunció haber sido atacada en un hotel de la capital mendocina la noche del 6 al 7 de julio pasado, tras jugar un partido amistoso con los Pumas argentinos.
"Como esperábamos, los jugadores de Francia han sido sobreseídos porque el hecho fue consentido, es decir, que no hubo ningún delito ni duda de que son inocentes", dijo Germán Hnatow a periodistas al término de la audiencia que se desarrolló en el Polo Judicial de Mendoza.
"Los jugadores fueron víctimas de falsas acusaciones", agregó el abogado parisino de los jugadores, Antoine Vey, a la AFP.
En un comunicado, el juzgado precisó que la decisión de la jueza Eleonora Arenas se basa en que "el hecho no encuadra en una figura penal (...) En conclusión, el hecho investigado no constituye delito".
"La fiscalía había arribado a la misma conclusión, es decir que debían ser sobreseídos, pero en un marco de dudas esto quiere decir que podía haber pruebas de cargo y descargo. No es lo que consideró la jueza, que compartió el criterio de la defensa de que no hay ninguna duda de que son inocentes", agregó el abogado defensor.
"La jueza dijo que acá no hubo ni siquiera delito porque el hecho fue consentido y eso es muy importante para el rugby de Francia y de los jugadores", comentó a la AFP otro abogado del equipo de la defensa, Rafael Cúneo Libarona, quien es hermano del ministro de Justicia de Argentina, Mariano Cúneo. "Ahora es tiempo de pensar qué vamos a hacer", añadió.
La decisión de la jueza Arenas aún puede ser apelada por la querella, según el procedimiento judicial que tiene aún varias instancias.
La parte querellante se retiró del Polo Judicial sin emitir declaraciones. Tienen 15 días hábiles para presentar apelación.
"Pero lo importante es que ya hay una declaración de inocencia, una sentencia", puntualizó Hnatow.
"La conclusión es tajante: aquí no hubo delito, no hubo relaciones sexuales en el marco de un abuso sino consentidas y hoy tienen por fin una declaración de inocencia que empieza a reparar el nombre que tanto fue afectado en este tiempo", agregó.
Auradou y Jegou estuvieron en prisión preventiva y luego en arresto domiciliario en Mendoza, hasta que la justicia les concedió la libertad a mediados de agosto y los autorizó a regresar a Francia a principios de septiembre.
"No había otro resultado posible", concluyó el abogado defensor. "Esto está terminando más allá de las instancias recursivas que tenga la querella", dijo el abogado.
El caso, con gran repercusión en los medios de comunicación, tuvo un tortuoso derrotero judicial con varios recursos de la querella, entre ellos un pedido de apartamiento de la jueza Arenas por supuesta parcialidad, que resultó desestimado.
El 5 de octubre pasado, la fiscalía había pedido el sobreseimiento de Auradou y Jegou, es decir el cierre del caso antes de llegar a juicio, sumándose a la solicitud de la defensa.
Uno de los principales argumentos de la defensa fue que la demandante había supuestamente ocultado a los tribunales que padecía el síndrome de Von Willebrand, una afección hemorrágica que afecta la coagulación de la sangre y puede predisponer a la aparición de hematomas o sangrados.
Según la defensa, ello justificaba las marcas que la denunciante presentaba en su cuerpo y que fueron presentadas por la querella como señales de un encuentro sexual violento.
El argumento fue rechazado por la fiscalía y por la jueza, que hallaron contradicciones en la denuncia.
El caso contó además como pruebas con audios de WhatsApp, que se filtraron a la prensa, en los que la denunciante hablaba favorablemente con una amiga sobre el encuentro sexual con los jugadores.
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