El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (75 años), ha comenzado a testificar en su prolongado juicio por corrupción. Nentayahu es acusado de los delitos de soborno, fraude y abuso de confianza por tres cargos, según adelanta el medio israelí 'Ynet News'. Múltiples manifestantes se unieron en los aledaños del tribunal, algunos afines al mandatario, otros que cargaron contra el primer ministro por acusarle de retrasar los acuerdos de liberación de rehenes. Algunos de los que han participado en la protesta son relativos a dichas personas en cautiverio. Netanyahu ha tratado de demorar el juicio lo máximo posible mediante solicitudes al Tribunal Supremo de reducir sus días de declaraciones, cambios en el horario o, simplemente, retrasar el dictamen. El abogado del primer ministro ha acusado a la policía de una persecución contra su cliente como Stalin a sus opositores, bajo la presunta idea de crearle delitos en caso de que no existieran. El primer ministro ha dicho que los cargos por corrupción son mentira y califica de izquierdista la cobertura mediática que ha cargado contra él. Netanyahu es el primer primer ministro en funciones de Israel en ser acusado de un delito. Está testificando al mismo tiempo que Israel está involucrado en un conflicto bélico en Oriente Próximo, con Hamás en Gaza, Hizbolá en el Líbano, aunque han firmado un alto el fuego; y un nuevo escenario en Siria. La semana pasada, los jueces dictaminaron que Netanyahu, acusado en 2019, debe testificar tres veces por semana, lo que obliga al veterano líder israelí a hacer malabarismos entre la sala del tribunal y la sala de guerra en el Ministerio de Defensa de Israel, a minutos del palacio de justicia. El primer ministro, Benjamín Netanyahu , tiene abiertos tres casos por corrupción: El primer ministro israelí está acusado de fraude y conflicto de intereses por haber aceptado, tanto él como su esposa, alrededor de 300.000 dólares en regalos, siendo estos champán y puros. No obstante, él ha declarado en el juicio que «no pudo fumar [esos] puros de forma constante» ya que «siempre me interrumpen». Además, ha declarado que «odio el champán», según recoge el 'Jerusalem Post'. El primer ministro está acusado de fraude y abuso de confianza por haber acordado con el editor Armon Mozes en 2014 recibir una cobertura favorable en el periódico 'Yediot Aharonot', uno de los más importantes del país. Además, promovería una legislación restrictiva contra el medio de prensa escrita 'Israel Hayom', beneficiando directamente a Mozes. De la misma manera, el caso 4000 refleja la acusación contra Benjamín Netanyahu por granjearse una cobertura mediática favorable en el portal 'Walla' y regulaciones a favor del conglomerado Bezeq, a cambio de favores de su antiguo dueño y accionista mayoritario Shaul Elovitch . Netanyahu fue absuelto del caso 3000, donde la policía le investigó por presuntas irregularidades en la adquisición por parte de su Ejecutivo de submarinos alemanes.