Dani Rodríguez, el extremo vasco que hizo dos goles de
Messi en el Estadi Johan Cruyff para lograr el empate ante el
Celta, está dando un aire nuevo al filial culé. Goles, alegría y desequilibrio. Tras tres meses lesionado, sus pocos minutos en el equipo de
Albert Sánchez en los dos últimos encuentros, le han dado ya tres puntos al equipo. Marcó el gol de la victoria ante el
Arenteiro y consiguió salvar un punto en casa, cuando el partido contra el filial gallego se había puesto 0-2. Dani entró en el descanso por
Noah Darvich, que apenas había entrado en juego.
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