En Perú, el Código Civil establece plazos de prescripción para las deudas, lo que permite a los deudores conocer sus derechos sobre la exigibilidad de obligaciones. Este aspecto es crucial, ya que las deudas pueden generar un fuerte impacto emocional en las personas.
La prescripción de deudas es un tema relevante, ya que establece límites temporales para la exigibilidad de las obligaciones económicas. Esto proporciona claridad tanto a deudores como a acreedores sobre el tiempo en el que una deuda puede ser reclamada judicialmente.
De acuerdo con el Código Civil peruano, una deuda bancaria prescribe después de 10 años. Este plazo es significativo, ya que una vez transcurrido, el acreedor pierde el derecho de exigir el pago a través de acciones legales. En resumen, el deudor no podrá ser demandado judicialmente por esa deuda en particular una vez que haya pasado este período.
Después de 10 años sin que el acreedor inicie un proceso judicial, el deudor puede solicitar la prescripción de la deuda ante un tribunal. Si la solicitud es aceptada, la deuda se extinguirá legalmente, liberando al deudor de la obligación de pago. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, a pesar de que la deuda no pueda ser exigida judicialmente, seguirá figurando en el historial crediticio del deudor, afectando su calificación financiera.
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El Código Civil establece que los bienes embargables incluyen aquellos que no están constituidos como patrimonio familiar. Solo se pueden embargar dos tercios del patrimonio familiar. Además, se pueden embargar vehículos, maquinaria y herramientas que no sean indispensables para el ejercicio directo de la profesión del deudor. También se consideran embargables las remuneraciones y pensiones que superen las cinco Unidades de Referencia Procesal (URP).
El Código Civil protege ciertos bienes de embargo. Los bienes constituidos en patrimonio familiar no pueden ser embargados, salvo en la medida de dos tercios. Asimismo, no se pueden embargar prendas de uso personal, libros ni alimentos básicos. Los vehículos, maquinarias y herramientas indispensables para el ejercicio de la profesión también están protegidos, al igual que las remuneraciones y pensiones que excedan las cinco Unidades de Referencia Procesal.
Una deuda tributaria municipal puede prescribir tras cuatro años, siempre que la municipalidad no haya realizado ninguna acción para notificar al contribuyente sobre la misma. Sin embargo, no todas las deudas se extinguen automáticamente al cumplir este plazo. Para que la prescripción sea válida, el contribuyente debe solicitarla formalmente ante la entidad correspondiente, cumpliendo con ciertos requisitos y presentando la documentación necesaria.