El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol se encuentra imposibilitado de abandonar el país tras la crisis política que desató al decretar la ley marcial, situación que generó un fuerte rechazo en la población y en el Parlamento. De acuerdo al Ministerio de Justicia, la prohibición se extiende mientras el presidente es investigado por su intento fallido de imponer la ley marcial.
La oposición acusó al partido gobernante de intentar aferrarse al poder y lo calificó como un "segundo golpe de Estado". La crisis política se intensifica mientras las autoridades investigan a varios altos funcionarios involucrados en el decreto.
"No importa cómo traten de justificarlo, la esencia permanece intacta: esto es el acto ilegal e inconstitucional de una segunda insurrección y un segundo golpe de Estado", dijo el líder del partido democrático, Park Chan-dae, al pedir al partido de gobierno "detener esto de inmediato".
PUEDES VER: Presidente de Corea del Sur no será destituido: fracasa moción tras boicot del partido de Gobierno
La reciente decisión de Yoon Suk-yeol de imponer una ley marcial desató una ola de protestas en todo el país. El mandatario, de 63 años, envió fuerzas especiales y helicópteros al Parlamento en un intento de mantener el control, lo que provocó la indignación de los legisladores y de la ciudadanía. La ley marcial fue derogada rápidamente, pero el daño ya estaba hecho.
El líder del partido democrático, Park Chan-dae, denunció la situación como un "acto ilegal e inconstitucional". La oposición exige un juicio político contra Yoon, argumentando que su intento de ley marcial fue una violación de la constitución surcoreana. La tensión entre el gobierno y la oposición se intensifica, mientras los ciudadanos continúan exigiendo la renuncia del presidente.
Las autoridades comenzaron a investigar a varios altos funcionarios, incluyendo al exministro de Defensa, quien fue detenido y cuyo despacho fue allanado. La policía afirmó que no habrá excepciones en la investigación, lo que podría incluir la citación de Yoon para declarar sobre su papel en la crisis. La situación se complica a medida que se revelan más detalles sobre la implementación de la ley marcial.
Las imputaciones también recaen sobre varios altos funcionarios gubernamentales y militares involucrados en la polémica medida. Con la prohibición de salida del país y la presión creciente de la oposición, el futuro político de Yoon Suk-yeol se encuentra en una encrucijada.
